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Adultos mayores con VIH, una población en crecimiento

Jueves, 03 de Noviembre de 2011
Envejecimiento y vejez

Por: Dra. Mara Huberman*

La población de personas mayores infectadas con VIH hoy constituye un grupo en crecimiento. Nos referimos básicamente a los adultos que superan los 50 años. Si bien esta no es la definición de la OMS en cuanto a ancianidad, la mayoría de los estudios establecen (de manera un tanto arbitraria) como población anciana, o población mayor, a los que exceden esta edad. En EEUU se calcula que un 10 a 15 % de los adultos infectados tienen más de 50 años y esta cifra va a llegar al 50 % para el 2015.

¿Por qué esta población va en aumento? Por un lado, porque los pacientes infectados a edades más tempranas sobreviven más gracias a los tratamientos de alta eficacia. Y por otro, debido al aumento creciente de nuevos contagios en la población mayor. Estas nuevas infecciones tienen que ver con cambios en la conducta sexual de este grupo etario –se consideran fuera de riesgo– y, por otro lado, existe a veces una mala comunicación con el médico por preconceptos acerca de esta población. A todo esto, se suman nuevas patologías que aparecen con la edad y van a complejizar la situación.

En relación a los cambios en la conducta sexual, vemos que, en general, los hombres adultos usan poco el preservativo y tienen menor conciencia del testeo y del riesgo. Las mujeres en edad de menopausia, alejadas de la posibilidad del embarazo, no conciben al preservativo como un mecanismo de protección frente a enfermedades de transmisión sexual y, por lo tanto, no concientizan el uso. A su vez, en estas mujeres, el adelgazamiento de la mucosa vaginal y la sequedad podrían favorecer la trasmisión.

Argentina y VIH en adultos

En EEUU, entre 1981 y 1991 la cifra de nuevas infecciones se mantuvo estable en un 9 a 10 %. En el 2008, trepó a un 20 %. En nuestro país, la frecuencia es del 1 %, pero puede superar el 5 % en algunos grupos especiales. De cada cinco personas infectadas, una tiene más de 45 años. Es decir que, al igual que vimos en la población norteamericana, en Argentina la población mayor infectada también va en aumento.

Ventajas y desventajas de la edad

Cumplidos 30 años del inicio de la epidemia, contamos en la actualidad con más de 25 drogas pertenecientes a seis familias distintas y la eficacia del HAART (tratamiento altamente efectivo) hace que la población adulta sobreviva más.

Una vez que se logra encontrar el tratamiento adecuado, estos pacientes suelen ser adherentes al mismo, logran cargas virales no detectables y las mantienen a lo largo del tiempo. Sin embargo, la respuesta inmunológica en estas personas es menor a la que presenta la población más joven. Esto tiene implicancia e impacto en la sobrevida. Por el estado de inflamación persistente, se condicionan gran parte de otras patologías.

Envejecimiento prematuro

Incluso en pacientes tratados con HAART, con cargas virales suprimidas, se ve una compleja interrelación entre el proceso normal de envejecimiento, los efectos adversos por drogas y un estado de inflamación persistente y de desregulación inmune que, asociados a algunos factores de vida que se ven en esta población, como el tabaquismo, el alcohol y el sedentarismo, van a condicionar este envejecimiento prematuro que podría ser la génesis de distintas patologías: osteoporosis, cáncer, enfermedad cardiovascular y otras.

Trastornos cognitivos

Los trastornos cognitivos asociados al HAART abarcan una amplia gama de patologías, que van desde trastornos mínimos hasta la demencia asociada al VIH. Y si bien en la era pre-tratamiento la demencia asociada al SIDA era algo frecuente y más frustrante para la atención del paciente, con el advenimiento del HAART casi no llegamos a verla.

Sabemos que el 15 % de los pacientes van a presentar algún tipo de trastorno cognitivo, que podrán afectar áreas de la memoria, del conocimiento. Esto puede tener impacto en la adherencia al tratamiento. Existen tests ideados con el fin de estudiar estos trastornos.

Enfermedad cardiovascular

Esta es una causa muy importante de enfermedades y de muerte en pacientes VIH positivos y la OMS calcula que, para el 2013, será la tercera causa de muerte en este grupo.

Existe una superposición de factores en la génesis de la enfermedad cardiovascular de estos pacientes y es muy importante la rápida identificación de los mismos en la medida de que esto sea posible.

Por un lado está la historia familiar, y por otro lado algunos hábitos, como el tabaquismo. El virus de por sí aporta otros riesgos, como el estado de inflamación y daño endotelial. Y si a esto se suman las toxicidades asociadas al tratamiento, como la alteración de los lípidos en sangre y predisposición a desarrollar diabetes, el proceso resulta ser multifactorial. Algunos factores podrán ser corregidos y otros no.

Existe además un envejecimiento de las arterias por formación de depósitos de grasa en su interior, un proceso que se describió hace algunos años en los individuos VIH positivos. En un estudio que involucró 400 pacientes se observó que el 40 % de los mismos presentaban un aumento promedio de 15 años en la edad de sus vasos comparada con la edad cronológica. Esto habla del impacto de la infección por el virus y parecería ser que, en lo cardiovascular, tiene un peso tan grande como lo tiene en la diabetes y el tabaquismo.

El rol de los médicos

Es importante recordar y educar a la comunidad médica sobre el diagnóstico precoz, la importancia de ofrecer la prueba de VIH independientemente de la edad del paciente y de evaluar el inicio del tratamiento antirretroviral y, fundamentalmente, la necesidad de trabajar con un equipo multidisciplinario.

Los profesionales debemos tener en cuenta que estos pacientes van presentar enfermedad cardiovascular, trastornos neurológicos, diabetes e hipertensión. Estas son las nuevas enfermedades asociadas al SIDA, que debemos tratar de reconocer precozmente y corregir en la medida de lo posible.

* La Dra. Mara Huberman es médica infectóloga de FUNCEI

Fuente: DocSalud.com - 2/11/2011.
http://www.docsalud.com/articulo/2816/adultos-mayores-con-vih-una-población-en-crecimiento