Violencia. Familia y Tercera Edad.

Viernes, 02 de Julio de 2004

Canal: Envejecimiento y vejez

(2-7-2004).  El autor de este documento es David Zolotow, licenciado en Trabajo Social y psicólogo social.  La RLG tiene el honor además de contar con su cooperación como corresponsal en Argentina.  

 "Violencia, familia y tercera edad" es un valioso trabajo que  nos introduce en el complejo fenómeno  de la violencia familiar cuando ésta se instala como forma de relación social en el ámbito de la familia, agraviando no sólo la dignidad y calidad de vida de aquél sobre quien se ejerce sino también de quien la ejecuta.  

"VIOLENCIA. FAMILIA Y TERCERA EDAD"

Lic. David Zolotow

         "..los hermanos sean unidos,porque esa es la ley primera, si entre ellos se pelean los devoran los de afuera " …

                      Martín Fierro.

Abordar el tema de la violencia, implica la necesidad de encuadrarlo, dentro de determinada época y contexto, con el fin de contribuir a una adecuada aproximación que permita esclarecer la multiplicidad de explicaciones que se dan sobre el mismo.

Cuando José Hernández, escribe hace más de un siglo y medio, el Martín Fierro, la organización de la familia y la autoridad paterna, impuesta con agresión y violencia no era cuestionada desde las prácticas sociales. Sin embargo el llamado a la unión de los hermanos, da cuenta de las peleas y conflictos que constituían cotidianidad de esas épocas.

Remontándonos a las doctrinas y principios de las diferentes religiones, a normativas y costumbres de diferentes pueblos y contextos históricos, siempre se acentuó el amor filial y la contención y protección familiar. Nos podemos preguntar, por que, hay que reforzar lo que aparentemente constituye una práctica cotidiana ? (respeto, consideración, buen trato, etc.) por que el deber ser, indudablemente contrastaba con el ser.

Es a partir de la segunda mitad de este siglo, a partir de los horrores perpetrados por el nazismo contra la condición humana, que la humanidad toda, comienza a plantearse la necesidad de evitar los castigos y agresiones contra el género humano y prevenir y combatir las prácticas atentatorias contra la integridad de las personas. La declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada hace 50 años, marca el inicio de un camino, al cual le falta mucho por recorrer, los movimientos feministas, de principios de siglo y los estudios de género, también se inscriben en esta tradición de respeto a las diferencias, la diversidad y la consideración de igualdad de todas las personas.

Se comienza a cuestionar el ámbito familiar como terreno exclusivo de lo privado, entendiéndolo también como instancia pública, a desmitificar la imagen idílica de la familia, a develar las prácticas abusivas, a desnaturalizar el orden y las justificaciones de predominio sexual y agresivo, y como en toda desocultación, aparecen las resistencias y las negaciones de todos aquellos que se ven cuestionados en sus prácticas y costumbres agresivas y lesivas, para sus convivientes.

Violencia Familiar, situación pública o privada?

Frente a los cuestionamientos que surgen acerca de que si lo que sucede en el interior de una familia es una cuestión absolutamente privada, en el libro: Violencia Familiar, en el primer capítulo Jorge Corsi realiza una serie de planteamientos que ratifican la problemática social, de los temas que nos ocupan. Manifiesta que: "….

Las personas sometidas a situaciones crónicas de violencia dentro del hogar presentan una debilitación gradual de sus defensas físicas y psicológicas, lo cual se traduce en un incremento de los problemas de salud. (enfermedades psicosomáticas, depresión, etc.

También se registra una marcada disminución en el rendimiento laboral.( ausentismo, dificultades de concentración, etc.)Los niños y adolescentes, que son víctimas o testigos de la violencia intrafamiliar, frecuentemente presentan trastornos de conducta escolar y dificultades en el aprendizaje.

Los niños que aprenden en su hogar modelos de relación violentos, tienden a reproducirlos en sus futuras relaciones, perpetuando así el problema.Un alto porcentaje de menores con conductas delictivas proviene de hogares donde han sido víctimas o testigos de violencia crónica.

Un alto porcentaje de los asesinatos y lecciones graves ocurridos entre miembros de una familia, son el desenlace de situaciones crónicas de violencia doméstica.

Estas son algunas de las razones por las cuales el problema de la violencia familiar, no puede seguir siendo entendido como una cuestión privada, ya que la salud, la educación, el trabajo, la seguridad, son cuestiones públicas y comunitarias.  ….."

Situación local o  internacional

En el Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, Vol. 118, de febrero de 1995, se publican las conclusiones de la Conferencia Interamericana sobre Sociedad, Violencia y Salud, realizada en su sede en Washington, en noviembre de 1994.

Entre sus aspectos más importantes al referirse a la violencia, consideran:

-es ubicua y se expresa de manera multivariada en los niveles del individuo, la familia, las instituciones, la comunidad , la ciudad y el ámbito nacional e internacional.

-afecta negativamente la calidad de vida de las personas en tanto genera miedo, desarticula las estructuras familiares, coarta la autonomía de los individuos, limita la libertad de acción y desalienta la solidaridad interpersonal -ocasiona enormes costos económicos a la sociedad, genera crecientes gastos en salud, seguridad y disminuye la productividad.

Al referirse a la génesis de la violencia, declaran:

- intervienen factores tales como la inequidad y la injusticia social, las cuales   socavan la democracia y el bienestar colectivo, generan frustración, marginan a las poblaciones, perpetúan los conflictos y lesionan la integridad familiar;

- se refleja la fragilidad de la organización social al contar entre sus víctimas principales a los grupos estructuralmente más vulnerables de la sociedad, sean los caracterizados por la edad, el género, la afiliación étnica, la condición socio económica u otros factores.

Consideran que:

- es deber ineludible del estado hacer todos los esfuerzos necesarios para reducir los factores que determinan la violencia y menoscaban la calidad de vida de las personas para asegurar la plena vigencia del estado de derecho.

- es necesario desarrollar en todos los países planes y programas   intersectoriales de prevención y control.

- la promoción de culturas y valores no violentos requiere la activa participación del sector educación y de los medios masivos de comunicación, públicos y privados.

Y finalmente solicitan que:

los gobiernos de todos los países incluyan en los informes regulares efectuados por los funcionarios de salud pública información y análisis sobre los casos de abuso contra las mujeres, los niños y los ancianos.

Definiciones y  conceptos.

La visión tradicional del abuso , se limita en general a la violencia doméstica, y el abuso en hogares geriátricos, falta de higiene, malos tratos, carencia de alimentación, de medicación etc.. Esta visión sin embargo es parcial  por que solo se considera el abuso intencional, es decir cuando el cuidador deliberadamente castiga, humilla o infantiliza al anciano.

El abuso puede  ser no intencional, sea por ignorancia o por incapacidad para brindar un cuidado adecuado.

La negligencia hacia el anciano es también una forma de abuso, en la publicación Vivir en Plenitud, de la Sociedad de Geriatría y Gerontología, en el N* 40, del año 1996, se define a la negligencia como la falla en proveer los cuidados necesarios para mantener la salud física y mental del individuo, esta cita aparece en el trabajo: Indiferencia y Desdén hacia los ancianos en la vía Pública, una forma de negligencia. Donde su autor el Dr. Schapira demuestra a partir de una investigación realizada en algunas calles de la ciudad de Bs.As. como los semáforos no otorgan a los ancianos el suficiente tiempo para cruzar una avenida, constituyendo esto un abuso y una conspiración contra la calidad de vida de los mayores, por parte de quienes programan el tráfico de la ciudad. 

Abuso de ancianos, cualquier acto del que resulte una injuria física y/o psicológica a un mayor, habitualmente una persona dependiente.

Abuso de ancianos es impedir satisfacer las necesidades primarias personales del adulto mayor.

Anciano frágil, aquel que presenta alguna "condición geriátrica" que lo hace dependiente en las actividades de la vida diaria. Esta situación de dependencia, es la de mayor riesgo para ser objeto de abuso.

El maltrato del anciano es una conducta destructiva que está dirigida a una persona mayor, ocurre en el contexto de una relación que denota confianza y reviste suficiente intensidad y/o frecuencia para producir efectos nocivos de carácter físico, psicológico, social y/o financiero de innecesario sufrimiento, lesión, dolor, pérdida y/o violación de los derechos humanos y disminución de la calidad de vida para la persona mayor.La definición incluye actos de comisión (maltrato) y omisión (descuido) intencionales o involuntarios. 

La Dra. Haydee Andres, en un artículo aparecido en la revista Geriatría Práctica. Vol. 1 N* 2-1991. "Violencia en la vejez: desde y hacia", manifiesta: Entendemos como maltrato por parte del entorno, las conductas que tienden a segregar al anciano de la vida normal, es decir de los avatares emocionales que son propios de la vida, privándolo de las "malas noticias" con el argumento o como manera de preservarlo de un disgusto. Esto tiene una doble valoración, de aparente protección, pero también de violencia y maltrato porque margina segrega y separa.

Maltrato es también separarlo de la decisión de conductas o estrategias que tienen que ver con su propio destino y su propia vida. De decidir sobre su salud, su enfermedad, sobre donde debe vivir, sobre que tipo de vida debe hacer cuando está en condiciones de hacerlo. Pero también es maltrato no tomar las decisiones por él cuando él no puede hacerlo.

Cuando en la familia se incluyen otras personas para la atención del anciano, a menudo no se le consulta, y generalmente el trato que recibe de parte de su enfermera o cuidadora es impersonal, poniendo en grave peligro su identidad ya bastante vapuleada por la vejez, designándolo con términos que pretenden ser afectuosos, pero que lo degradan e  infantilizan  , como abuelito/a, queridito/a, nono /nonita y casi nunca por su nombre.

Este trato acrecienta la crisis de identidad, disminuye la autoestima y aumenta la regresión produciendo enfermedad. También es una forma de violencia establecer pautas para que este anciano se comporte de determinada manera por que "yo necesito esta respuesta para organizar mi vida".

Lo mismo no dejar a los padres vivir solos cuando ellos así lo desean. A veces frente a la viudez de uno de ellos, es frecuente que uno de sus hijos no pueda resistir que el que queda solo siga viviendo solo. Se lo lleva a su casa y esta convivencia pasado el período de luna de miel, se hace pesada y una carga difícil de llevar. Ya para esto el anciano no se adaptó a estar solo. Perdió tiempo y va a ser difícil ahora vivir solo, posiblemente con el corre del tiempo será expulsado de la casa e irá a parar a una residencia. En cambio, ayudarlo a adaptarse a vivir solo, hubiera sido más doloroso al comienzo, pero con el rédito de un periodo de tiempo seguramente largo vivido en forma independiente, llegando a vivir  a casa de los hijos recién cuando ya no puede autoabastecerse, y así podría terminar su vida en el seno de su propia familia y no en una residencia.

A menudo muchas propuestas pasan por lo que otros creen que es bueno para los viejos y no por lo que ellos necesitan, hacen lo que a ellos como familia los deja tranquilos y no lo que es mejor para los viejos.

Valentine y Cash, (1986)  definen el maltrato como:....." una situación no accidental en la cual una persona sufre un trauma físico, de privación de sus necesidades básicas  o agresión mental como resultado de acción u omisión por parte de la persona que lo cuida". En general se identifican tres tipos de abuso y maltrato; físico, psicológico y financiero. Se sabe que las víctimas pueden ser sujetos a más de un tipo de abuso a la vez y que el maltrato rara vez se limita a un solo incidente.

Otros aportes

Manfredo Teicher, Teoría vincular del narcisismo. 1992.

Desde el psicoanálisis, es necesario un monto de agresividad,(o energía pulsional) para emprender cualquier tarea, por más inocente que esta sea. La pregunta es en que momento o en que nivel esta agresividad se convierte en hostilidad.

El límite puede estar dado por el momento en que aparece la intención de dañar , destruir, romper. Una vez que la agresividad se vuelve hostil entramos en el campo afectivo del odio y de la conducta sádica.

La agresividad puede estar al servicio del amor o del odio, ser constructiva o destructiva , sintónica o distónica con una ética consensual que es la que determina cual es el límite.

En el terreno del odio se encuentra la rabia, la furia, la violencia, sentimientos caracterizados por su matiz destructivo. El desprecio al otro semejante es la excusa que justifica el pasaje del amor al odio.

Las heridas narcisistas, son frustraciones cotidianas inevitables que en mayor o menor medida afectan al Yo, poniendo a prueba su fortaleza para frenar la hostilidad. Toda frustración provoca una carga de hostilidad en el Ello. Pero es el Yo el que debe poder frenar de alguna forma esta carga hostil, y en ese poder no poder se manifiesta su grado de fortaleza.

Freud en 1920, escribe Más allá del principio del placer. en este texto otorga un status especial a la agresividad con la introducción del concepto de pulsión de muerte. Esta puede ser entendida como la raíz del impulso de destrucción del ser humano. Es una fuerza que tiende a que lo animado vuelva a un estado anterior de inanimación.

A través de la evolución de los sujetos, el desarrollo individual, pasa por una primera etapa donde predomina la intolerancia a la frustración y que dura normalmente hasta la pubertad. En esta etapa el sujeto debe aprender a tolerar la frustración lo que logrará definitivamente en lo que se denomina etapa genital.

La agresividad cruza el límite de la hostilidad empujada por la frustración, el aumento dela tensión que se produce al pasar de la agresividad a la hostilidad implica siempre un displacer, este solo puede ser tolerado hasta cierto monto, el aumento del mismo produce un dolor del cual el sujeto tratará de deshacerse, la tolerancia a la frustración tiene un umbral por encima del cual la descarga se hace perentoria, y el placer es la disminución de la tensión.

Cada sujeto en función de diversos factores, como su herencia genética, su historia personal y su contexto social, va a tener diferentes maneras de encarar y tolerar el exceso de hostilidad. Las descargas más aceptables son la sublimación y la sexualidad, cuando no encuentran este cause, el exceso puede dirigirse contra:

el propio cuerpo ( enfermedades psicosomáticas)

contra el juicio de realidad. ( refugiándose en la fantasía)

contra otros. ( objetos inanimados o semejantes )  

Con la emergencia del paradigma cognitivo en psicología, comienza a echarse una nueva luz sobre estos fenómenos: el ser humano no reacciona frente a los estímulos sino frente a la interpretación que hace de ellos. Es decir que para entender una conducta agresiva, al observador externo no le resulta suficiente conocer la situación donde tal conducta se produce, necesita saber cual es el significado que el sujeto le adjudica a esa situación.

En vez de sostener que el ser humano tiene pulsiones agresivas o impulsos, podemos decir que lo específicamente humano es que el sujeto construye permanentemente su realidad, adjudicándole significados, en función de los cuales estructuran sus conductas. Dado que los significados no son entidades estáticas e inmutables, el cambio es posible, aunque no siempre sea probable.  

Ámbito familiar

El abuso en los ancianos lo ejercen generalmente personas en las cuales ellos depositan su confianza: familiares, cuidadores, aunque también profesionales médicos , abogados, empleados etc. También en la mayoría de los casos en que se presenta la víctima convive con el victimario, generalmente un familiar dependiente en vivienda o económicamente del anciano.

Entre las razones que explican esta situación se encuentra el que la persona que atiende a un anciano dependiente  se agota después de un cierto tiempo de dormir poco, trabajo físico extenuante y stress emocional. También sucede por que la demanda y las necesidades de los mayores exceden la respuesta posible de los cuidadores.

A veces depende de la naturaleza violenta transgeneracional de la familia o la personalidad propia del cuidador.

La organización social de la familia existe dentro de un contexto cultural donde la violencia no solo es aceptada y tolerada sino a veces también estimulada.

Los actos de violencia pueden ocurrir en cualquier clase social, en cualquier grupo racial, en ambos sexos, en todos los niveles educacionales y en cualquier etapa del desarrollo familiar.

La víctima y el victimario constituyen un subsistema dentro del sistema familiar , cuya conexión es la de interrelacionar como sus fuerzas y debilidades personales convergen y contribuyen a situaciones las cuales tienen el potencial de resultar en violencia.

En este modelo el maltrato se presenta como el resultado de una variedad de factores de tensión que actúan sobre la familia como un sistema.

 Algunas de las variables que pueden ubicar a una familia potencialmente abusiva en crisis o situación de riesgo son:

- La enfermedad física o mental.

- Un ambiente inadecuado a las necesidades físicas o emocionales .

- Sobrecarga de tareas familiares.

- Incapacidad de llevarlas a cabo.

- Falta de habilidad para resolver problemas.

- Desintegración familiar.

- Desempleo y otras crisis vitales.

Muchas veces los ancianos no denuncian esta situación por:

- miedo a ser conceptuados como merecedores del abuso,

- miedo de perder lo poco del afecto al cual pueden acceder,

- miedo a la venganza por temor a ubicarse en una situación más desfavorable

- incapacidad física o emocional de denunciar esta situación.

Algunas características de los ancianos maltratados y los que maltratan.

 Ancianos MaltratadosVíctimas

 Personas que maltratanVictimarios

 edad avanzada  autoestima baja
 falta de opciones  falta de recursos
 aislamiento  pobre control de impulsos
 dependencia  angustia
 incapacidad  falta de capacidad para enfrentar situaciones 
 impotencia  violencia incorporada (aprendida)
 miedo  enfermedad. proyectan la culpa de sus conductas sobre terceros y también las frustraciones. 

Algunos ejemplos: Si existen rivalidades entre hermanos , nos podemos encontrar con una situación de un hijo favorito y otro rechazado, si el hijo rechazado se convierte en cuidador , el padre continua generalmente alabando al hijo ausente, de esta manera potencia y exacerba conflictos no resueltos, que pueden finalizar en un maltrato hacia su persona.

Cuando son mujeres, las que asumen el cuidado de un anciano dependiente, asumen también un rol parental sobre este, en caso de hijas o nueras, habitualmente tienen otras tareas y preocupaciones y la sobrecarga, el estrés,   tiene efectos negativos en la atención del mayor, y también en la cuidadora al aparecer sentimientos de culpa y  frustración.

Cuando el anciano se siente mal por su estado de dependencia, el también puede reaccionar negativamente, alimentando con su cuidador hostilidades mutuas.

Al tener el cuidador un conocimiento limitado del proceso de envejecimiento, y sobre las necesidades del anciano, puede actuar negligentemente, aun con buenas intenciones (falsas expectativas en la respuesta del mayor) y en el caso del anciano este no se da cuenta de la carga excesiva que deposita en su cuidador.

Por comodidad el cuidador muchas veces decide y no consulta lo que el anciano quiere o puede hacer, esto va inhibiendo la capacidad de los mayores de poder tomas sus decisiones, y dándole el poder de la relación al cuidador en virtud de su fuerza y la vulnerabilidad de sus víctimas. El anciano al percibir la situación en que vive  entra en desesperación e impotencia y la incapacidad de escapar de situaciones abusivas. Esto muchas veces realimenta el maltrato.

Cuando la familia no tiene suficientes recursos, físicos, emocionales o financieros, la violencia es el recurso más habitual para resolver los conflictos.

Una familia se acomoda más fácilmente a casos urgentes y temporarios, cuando las dificultades comienzan a volverse crónicas  es también muchas veces cuando se inician los abusos.

Muchas veces, ni la familia ni el anciano, que perciben este malestar, consultan con el profesional adecuado, por temor a empeorar la situación o que se haga pública.

El  sistema familiar abusivo es en general un circuito cerrado con muy poco intercambio de energía con el medio ambiente y un gran aislamiento tanto para la víctima como para el victimario.

Debe tenerse en cuenta que así como la persona que cumple el rol de cuidador, siente a veces una gran sobrecarga, estrés, y debe resolver situaciones conflictivas aún equivocadamente, también debe aceptarse que los ancianos poseen maneras particulares de resolver sus dificultades, que a veces incluyen: la manipulación, facilitar el enojo entre diferentes miembros de la familia, la queja constante, el uso de su enfermedad o discapacidad para inspirar lástima o crear culpas y esto no hace más que alimentar el circuito de conductas abusivas.

Datos de una investigación.

En 1988, dos investigadores ( Pillemer y Finkelhor) encuestaron a 2020 personas ancianas en Bostón,USA, y entre los datos obtenidos se revela que el maltrato por parte del cónyuge (58%), era más prevalente que el maltrato de los hijos adultos (24%), que era aproximadamente igual la cantidad de víctimas mujeres que hombres, y que el estado económico y la edad no tenían relación con el riesgo de ser maltratado.

El marco de referencia estuvo dado por cinco explicaciones derivadas de la literatura sobre el tema:

dinámica intraindividual.

transmisión intergeneracional de la violencia.

dependencia.

estrés externo.

aislamiento social.

Entre otros hallazgos, se determinó que los agresores tenían muchas más probabilidades que el grupo de control, de tener problemas mentales, emocionales y/o de alcoholismo, y de depender de las víctimas. Por el contrario, los ancianos maltratados no eran más dependientes en lo funcional que el grupo de control en las actividades diarias; en efecto tenían menos dificultades en varias tareas.Sin embargo, las familias en que hubo maltrato tendieron a tener menos contactos externos y estaban menos satisfechas con los mismos. Ninguno de los otros dos factores de riesgo en la investigación, la transmisión generacional o el estrés externo fue convalidado por los datos.

Rosalie S. Wolf, en el artículo "Maltrato al anciano" aparecido en la revista Gerontología Social, publicación española en 1994, en sus conclusiones refiere:"... entre los muchos factores de riesgo propuestos originalmente, el que más apoyo a recibido es el estado psicológico del perpetrador, las relaciones de dependencia entre la víctima y el perpetrador y el aislamiento social. En un estudio similar realizado en Canadá, se encontró que aproximadamente 4 de cada 100 ancianos son objeto de maltrato, que la cantidad de hombres y mujeres son las mismas y que el maltrato del cónyuge es probablemente más común que el maltrato de hijos adultos."  En otro párrafo, refiere:"..como ocurre con otras formas de violencia doméstica, la cuestión de los abusos a los ancianos pone en tela de juicio la santidad del hogar y la bondad inherente al hombre. Si embargo, a diferencia de los malos tratos a los niños, este problema plantea una serie de dilemas legales y éticos en relación con el derecho de los ancianos a la autodeterminación y el deseo de la sociedad de intervenir en sus vidas."

Qué se puede hacer? 

- Aceptar que el maltrato existe y que tiene un efecto destructivo en la calidad de vida de los viejos.

- Reconocer los derechos a la autonomía de las personas ancianas y su necesidad al mismo tiempo, de ser protegidas por la sociedad.

- Asegurar de que los ancianos tengan acceso a la información y a los servicios a los que pueden recurrir para tratara su problema.

- Asegurar que los servicios sean accesibles y ofrezcan respuestas operativas.

- Asegurar que en cada región se realicen trabajos de investigación, de intervenciones eficientes y de prevención sobre el maltrato en la vejez.

- Formular leyes protectoras adecuadas y conseguir el apoyo de la comunidad.

- Educar en todos los niveles acerca para un mero entendimiento de los proceso del envejecimiento, situaciones de estrés y de riesgo , su manejo y su reconocimiento.  

Conclusiones

El tema del maltrato a los ancianos, está empezando a salir a la luz.

Las primeras publicaciones al respecto no tienen mas de diez años y en general se trata de traducciones y aportes de otros países.

En los congresos, seminarios y eventos gerontológicos, el tema cobra interés , lo mismo  en el campo de la investigación.

Desde 1995, aparece como capítulo diferenciado en  sociedades  de Geriatría y Gerontología.

En reuniones informales y en observaciones institucionales, se comprueba la existencia del problema, también en el servicio telefónico, sobre violencia familiar, que posee el Gobierno de la Ciudad de Bs. As. Se registran denuncias de abuso y maltrato a los mayores.

Todo esto nos compromete como profesionales, preocupados en elevar la calidad de vida de los "mayores" a realizar los esfuerzos necesarios para la prevención y promoción de la dignidad humana.

Lic. David Zolotow

Bibliografía:

Corsi Jorge. Violencia Familiar. Cap. 1

Shapira M. Revista Vivir en Plenitud. 1996. Art. Indiferencia y desdén hacia los ancianos.

Oficina Sanitaria Panamericana. Boletín 118. 1995.

Andres Haydee. Revista Geriatría práctica.Vol. 1. 1992.

Teicher Manfredo. Teoría Vincular del Narcisismo. 1992.

Wolf Rose. Revista Gerontología Social. 1994. España.