Los desafíos de la equidad de género y el envejecimiento

Jueves, 27 de Agosto de 2015

Canal: Envejecimiento y vejez

Advierten la necesidad de un nuevo contrato social entre hombres y mujeres.

Profesionales destacaron que los modelos de género rígidos "imponen una pesada carga" a las mujeres y los hombres y tienen "importantes consecuencias progresivas en la salud y el bienestar".

Por Natalia Muñiz
Diario Popular, 24 de agosto de 2015
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Los desafíos para la equidad de género frente al fenómeno del envejecimiento de las sociedades fueron tratados por distintos especialistas, quienes manifestaron la importancia de replantear los roles impuestos culturalmente a los hombres y las mujeres, eliminar la discriminación, fortalecer las acciones en el ámbito de la salud, la educación, en la seguridad y la participación de las personas mayores.

"Las mujeres mayores de hoy son producto del lugar que tuvieron a lo largo del ciclo de la vida. El lugar que la mujer tuvo en la historia, en la sociedad, siempre fue diferente del varón. Ellas se ocupaban de miles de cosas, eran amas de casa, cuidadoras familiares, a la vez trabajaban afuera y muchas veces en negro y/o cobraban menos que un hombre. No estuvieron en una posición lineal con ellos", dado el modelo patriarcal, destacó la presidenta del Centro Internacional de Longevidad (ILC, por sus siglas en inglés) de Argentina, Lía Daichman.

Asimismo señaló que "el acceso de las mujeres a la educación fue mucho menor que los hombres".

La profesional manifestó que "a pesar que las mujeres viven más, esos años no siempre son tan buenos".

"Su situación económica comparada con la de los varones es menor", indicó. Y respecto a la salud, destacó que "pese a que las mujeres toman más conciencia de las enfermedades, tiene menos tiempo para su cuidado".

"En la agenda"

Daichman, representante oficial de los 17 Centros Internacionales de Longevidad (ILC) ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU); junto a la directora nacional de Políticas para Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social (DINAPAM), Mónica Roqué; y a la vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG), Margarita Murgieri; presentaron en Argentina la Carta sobre Género y Envejecimiento "Equidad de Género en un Mundo que Envejece". El documento, elaborado por un grupo de profesionales de distintos países del cual Daichman y Roqué formaron parte, fue adoptado en el 2º Foro Internacional sobre Longevidad, una iniciativa del ILC de Brasil.

Roqué indicó que el porcentaje de mujeres es superior al de los varones "en casi todo el mundo y se sigue incrementando porque nosotras vivimos más tiempo".

"En Argentina, la esperanza de vida de las mujeres es de 80 años; mientras que la de los varones es de 73", detalló.

En este marco manifestó "hay que hacer una reflexión sobre la diversidad" sexual.

Y afirmó que "las organizaciones internacionales que promovieron este documento están a la vanguardia" dado que se "genera un impacto en diferentes países porque se pone en agenda" este tema.

Por su parte, Daichman destacó que la Carta sobre Género y Envejecimiento "sienta bases" y remarcó que "está firmado por varios países, es multinacional, multicultural".

"Nuevo paradigma"

En el documento se manifestó que "el impacto" de las construcciones sociales de género "se sienten en todas las etapas de la vida" y que estos "modelos rígidos imponen una pesada carga sobre los individuos y dan como resultado importantes consecuencias progresivas en la salud y bienestar y una enorme subutilización de los recursos de la sociedad".

En este marco se advirtió: "La revolución de la longevidad necesita de una evolución de un nuevo paradigma, uno que incluya un nuevo contrato social
entre los hombres y las mujeres, basado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos e incorpore los principios de igualdad, dignidad y responsabilidad".

Entre los desafíos se indicó la necesidad "de cambios fundamentales en la forma en que vivimos, trabajamos, nos retiramos, aprendemos y brindamos cuidados".

"Las potencialidades en cada etapa del curso de la vida deben ser aceptadas como un tema de derechos humanos para poder lograr una amplia participación y contribución de todas las personas y construir una sociedad cohesionada", se remarcó.

En la Carta se consideraron los temas: Salud, Aprendizaje durante toda la vida, Participación y Seguridad.

"Cuando la igualdad de género sea verdaderamente aceptada, las habilidades, experiencias y recursos de mujeres y hombres de todas las edades serán reconocidos como activos intrínsecos para una sociedad completamente cohesionada, plena, productiva y sostenible", se concluyó.

La importancia del empoderamiento

En la Carta sobre Género y Envejecimiento se reconoció "la importancia del empoderamiento de mujeres y hombres como un medio para facilitar su plena participación en todas las áreas" mediante:

- El replanteo de los roles basados en el género en la educación, empleo, actividades recreativas, cultura y religión.

- Construyendo lugares de trabajo democráticos que sean seguros, de apoyo e inclusivos para mujeres y hombres de todas las edades.

- Aceptando la diversidad y desafiando la discriminación.

- Afirmando la equidad de género como un pre requisito para construir una sociedad democrática a través de la plena integración de mujeres y hombres en los procesos de decisión civiles y políticos.

- Defendiendo el derecho de mujeres y hombres al acceso a entornos propicios para la expresión y crecimiento personal.

"Se promueve que el cuidado también sea masculino"

La vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG), Margarita Murgieri, señaló que "el género se basa en conceptos patriarcales donde la mujer se situaba dentro del hogar, lo doméstico y el rol reproductivo; y el varón en el ámbito público, de poder y éxito".

"Cuando se habla de rol reproductivo -explicó- no solo se habla de tener hijos sino del tema del cuidado. La mujer no solo iba a tener los hijos sino que los iba a cuidar y eso se hacía extensivo al cuidado de las personas con discapacidad, con enfermedad y a las personas mayores de la familia".

Asimismo destacó que en el modelo patriarcal "está naturalizado que ese trabajo va a depender del afecto, de un deber moral de las mujeres de ejercer cuidado con las personas de la familia y que tienen habilidades para hacerlo por el solo hecho que son mujeres".

En este sentido remarcó que en la Carta sobre Género y Envejecimiento "se promueve que el cuidado también sea masculino, que los hombres se dediquen" a esta tarea.

También en el documento se enfatizó que la necesidad de "una cuidadosa atención a todos los determinantes sociales de la salud con un fuerte foco en la igualdad de género". Para ello se requiere:

* Promover la salud y prevenir el conjunto de discapacidades y enfermedades crónicas reduciendo los factores de riesgo a lo largo del curso de vida, con un énfasis específico en aquellos relacionados con el género.
* Equidad en el acceso permanente a servicios de salud adecuados brindados por profesionales que reconozcan y respondan a las necesidades físicas y psicosociales específicas tanto de mujeres como hombres de todas las edades.
* Estableciendo sistemas coordinados de apoyo para cuidadores que afirmen el valor social y económico de brindar cuidados y den respuesta a los múltiples y diversos roles y necesidades que brindan un amplio abanico de cuidados, ya sean remunerados o no, formales e informales.

En Internet:
http://www.diariopopular.com.ar/notas/235162-los-desafios-la-equidad-genero-y-el-envejecimiento