Los efectos positivos de estudiar en la vejez

Viernes, 01 de Febrero de 2019

Canal: Envejecimiento y vejez

Destacan que mejora el estado de las capacidades cognitivas, las funciones ejecutivas -como la toma de decisiones y planificación de la vida-, el estado anímico y físico, y fortalece las redes sociales.

Natalia Muñiz
Diario Popular, 27 de enero de 2019.


Cada vez más las personas mayores se animan y eligen volver a estudiar, realizar cursos, talleres o incluso carreras, cumpliendo sueños que quedaron truncos, proyectando otros caminos, descubriendo nuevas habilidades y manteniéndose activas.

“La educación es un campo enorme para los adultos mayores. Siempre es rica porque tiene efectos a nivel psicológicos”, señala el Doctor en Psicología Ricardo Iacub, y agrega que “otro de los elementos fuertes es tener un sentido de vida” y fortalecer las redes sociales.

El titular de la cátedra de Tercera Edad y Vejez de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) destaca que “una persona que sigue estudiando tiene más posibilidades de mantener en mejor estado sus capacidades cognitivas y sus funciones ejecutivas, es decir, la capacidad de decisión, organización, de planificación de su vida”.

“Otro de los puntos fuertes es tener un proyecto. La educación nos da elementos para soñar, desear, nos entusiasma, nos da ganas, uno está con personas que le interesan, aprende cosas que le dan otras perspectivas”, afirma.

Asimismo explica que “ayuda en la elaboración de duelos”, dado que “a mayor nivel educativo se tiene más capacidad para poder sobrellevarlos”.

También indica que “la gente que estudia tiene menos problemas físicos y mentales, como por ejemplo, una baja de ciertas enfermedades de tipo anímico como la depresión. Se combina el hecho de estar activo y un montón de cosas, hay que destacar que tiene efectos positivos sobre la salud y esto es un elemento más que importante para tomar la decisión” de animarse y participar.

“Estamos hablando de lo cognitivo, del sentido de la vida y de las redes sociales que se forman, no en cualquier lugar sino donde uno quiere ser parte. Este es un punto muy interesante, que uno pueda elegir no ser en parte el que le tocó en suerte sino estar en un grupo en el cual se siente identificado y que está desarrollándose”, afirma.

En este sentido aclara que “la educación siempre va de la mano del desarrollo, cuando uno aprende, va avanzando, está mejorando”.

Uno de los tantos prejuicios sociales que atentan contra un envejecimiento activo es aquel que dice que “a la vejez ya no se puede aprender”. Al respecto Iacub manifiesta: “Yo felicito mucho a las personas mayores que estudian y les digo ‘ustedes están creciendo’ porque los hace más lúcidos, más despiertos, tienen más intereses, se sienten más seguros para debatir temas, no se quedan”.

En la Facultad de Psicología de la UBA se dictan 32 cursos mediante el programa UPAMI (Universidad Para Adultos Mayores Integrados); entre los cuales se encuentran talleres de la memoria, de teatro, clown, psicología positiva, creatividad, apreciación de la belleza, reflexión, escritura terapéutica, sexualidad, psicoanálisis de cuentos de hadas infantiles, entre otros.

Iacub reafirma que “la educación es un campo enorme para las personas mayores y hay un subcampo que es la educación universitaria”, tanto desde la participación en talleres -para los que no se requieren conocimientos previos-, así como cursando una carrera de grado.

“Para muchos mayores asistir a la universidad fue el sueño de su vida. Hay una generación de adultos mayores que no tuvo el mismo acceso a otros niveles educativos como las generaciones posteriores”, afirma, y hoy con los cursos “lo pueden hacer realidad”.

De igual forma indica que “compartir” el espacio universitario “con personas jóvenes, aunque sea como vecinos (de aula) tiene implicancias muy fuertes” para las adultas y adultos mayores.

Asimismo comenta que algunas clases de los cursos UPAMI “las comparten con alumnos jóvenes (de carreras de grado) y los intercambios son muy ricos”.

Y manifiesta: “Vemos como los contextos van determinando a la persona. Los adultos mayores en vez de pensar que están en decadencia, están en pleno desarrollo. Esta sensación de crecimiento que da la educación y más en lugares tan prestigiosos como una universidad pública son el condimento para que uno pueda estar mejor, desarrollarse a lo largo de la vida. Hay una generación de adultos mayores que hoy está eligiendo mucho más que antes adonde quiere ir”.

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