Vejez y Pobreza en Bolivia: la visión de las personas de edad

Viernes, 16 de Diciembre de 2005

Canal: Envejecimiento y vejez


M. Mercedes Zerda

La presente investigación cualitativa, pretende dar a conocer de manera directa la realidad de las personas adultas mayores pobres del país, pues consideramos que as estadísticas oficiales nos muestran una realidad alarmante pero fría. Los datos numéricos no nos permiten saber cómo se siente tener hambre, las definiciones no nos explican cómo es acostarse cada día sin saber si al día siguiente se tendrá algo para comer, o cómo es levantarse cada mañana esperando encontrar un esquivo puesto de trabajo.

Se pretende además, abrir una discusión teórica sobre las concepciones tradicionales y las nuevas perspectivas en el entendimiento del fenómeno de la pobreza; terminando en el planteamiento de un enfoque de la pobreza desde la perspectiva del pobre

El acercamiento a esta realidad concreta, nos permite a quienes trabajamos cotidianamente con adultos mayores, levantar nuestros ojos de los textos teóricos y llevar la mirada hacia donde están los pobres de carne y hueso.

La investigación realizada entre los años 2003 – 2004 y propiciada por HelpAge International, ha sido realizada en cinco países latinoamericanos, logrando documentar y hacer un análisis cualitativo de la pobreza de las personas adultas mayores de  Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Perú.

En Bolivia,  se ha recogido información de ocho grupos focales insertos en cuatro distintos puntos geográficos, dos del área urbana y dos del área rural. Además se  realizaron entrevistas con instituciones estatales encargadas del tema, con la finalidad de poder  comparar los criterios de las personas mayores con los criterios que están implementando las instituciones encargadas de desarrollar políticas.

Contexto.

Según el censo del año 2001, de los 8.274.325 de bolivianos, 579.251  son personas mayores de 60 años, es decir  7% de la población total.

Un 63% de la población adulta mayor se encuentra en condición de pobreza, mientras que la incidencia de pobreza en el total de la población es de 59%.

Más del 8% de personas mayores de 60 años, están totalmente indocumentadas; de éstas el 70% están en el área rural y el 60% son mujeres.

El último censo del año 2001 determinó que el 70% de la población mayor de 60 años se reconoce como personas nativas de un pueblo originario o indígena.

De cada 100 personas casi la mitad no ha cursado ni siquiera un año de estudios y unas 32 son del área rural.

De la población total de personas mayores de 60 años que tiene derecho a contar con el Seguro de salud, algo más del 50% están registrados para recibir este beneficio.

Las personas adultas mayores que más trabajan están en el área rural y son las más pobres. De cien personas en el campo, sesenta reciben ingresos sólo por su trabajo, treinta y siete no reciben ningún ingreso, eso nos deja con dos que son jubilados y una persona que además de tener renta, trabaja.

El 16 %  de las personas adultas mayores viven solas y sobre todo en el área rural en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad. ¿Cómo se explica que más de 56.000 personas ancianas puedan vivir en el campo, casi sin ningún ingreso?. Después de haber realizado la presente investigación, creemos que el singular fenómeno, solamente puede explicarse por la red de apoyo familiar y social que construyen las culturas nativas.

Resultados obtenidos.

       a) Percepción de la vejez
Los ancianos que viven en las ciudades expresan una concepción del envejecimiento negativa y afirman categóricamente que no hay nada bueno en ser viejo, en cambio los ancianos y ancianas indígenas y de pueblos originarios tienen más preservada su cultura y encuentran algunas ventajas en el hecho de ser viejos.
Sobre todo para las mujeres, la abuelidad es un hecho gratificante que sucede durante la vejez.

"Solamente las "wawas" (hijos o hijas en idioma aymara)  nos dan alegrías, tengo una hija y un hijo, ellos se acuerdan de nosotros. Cuando vienen a visitarnos nos hacen alegrar, estos hijos y nietos son como flores para mí. Ellos son mi única alegría, cuando éramos jóvenes no podíamos saber como es lindo tener familia con nietos" (mujer de la comunidad Chachapoya.)

       b) Percepción de la pobreza
Perciben la pobreza como una situación de permanente preocupación por no poder satisfacer las necesidades básicas. La pobreza es crónica y afecta a la mayoría de personas adultas mayores que además son indígenas o de pueblos originarios. Se trata de un grupo poblacional que nunca tuvo ingresos fijos y sienten que  la pobreza, al igual que la riqueza, se hereda.

El mayor porcentaje de las personas mayores es de trabajadores por cuenta propia. Una tercera parte declara no recibir ningún ingreso en dinero.

 "Solamente para el sustento alimentario nos ganamos, el hombre (esposo) sabe comer y nosotras también, entonces sólo al estomago regresa la poca cosecha que generamos por lo tanto no hay para vender y conseguir dinero... ya no vendemos, sólo para nuestros estómagos  es" (mujer de Chachapoya)

       c) Seguridad alimentaria
La característica más importante de la pobreza, desde el punto de vista de los adultos mayores entrevistados, es la inseguridad alimentaria que enfrentan diariamente.Tienen tanta dificultad para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, que su preocupación diaria consiste en cómo conseguir recursos para comer al día siguiente. Esta preocupación no es solamente por ellos, sino también por su familia inmediata.

"A veces ni para comer tengo, - qué vamos a hacer ahora -  pienso. A veces le digo a mi hijo: - no vamos a comer, para pagar la luz guardaremos, comer sin comer vamos a andar-" (mujer de El Alto)
"Para mañana no más cada día se gana. Cuando no hay nada no comemos nada ese día, dormimos sin comer nada, se duerme y espera al otro día" (mujer ayorea)
"No tenemos nada para comer a veces, porque no podemos hacernos nada,  la plata también no se siembra, es difícil conseguir plata". (mujer de Tarabuco)

La seguridad alimentaria es la principal demanda de los adultos mayores pobres y ante esto ellos tienen propuestas de programas de apoyo alimentario, comedores comunales y otros que mejoren su nutrición. Sin embargo, consideran que estos programas no deben ser exclusivos para adultos mayores, sino también para niños y mejor si son para toda la familia.

       d) Medios de vida
Para las personas mayores es difícil encontrar trabajo y dicen que por ser viejos su rendimiento es menor.  Los recursos que consiguen muchas veces no alcanzan ni siquiera para comer y se ven obligados a vender sus bienes

En el área rural  trabajan en agricultura, pecuaria y pesca, actividades que proporcionan ingresos mínimos, dependen de los fenómenos naturales y las variaciones climáticas. A veces ni siquiera logran una economía de subsistencia y el dinero prácticamente no existe.

En muchos casos, en la ciudad se trabaja sólo por la comida y cotidianamente enfrentan la falta de capital y competencia, esto reduce sus  posibilidades de vender sus productos.

"Para nosotros no es posible tener dinero, ahora por ejemplo nadie nos ha dado siquiera un peso. así no mas vivimos todos los días, solamente al estomago regresa todo nuestro trabajo, nuestra producción" (mujer de Chachapoya)

La  complementariedad entre el trabajo del hombre y la mujer es esencial en el campo y el apoyo mutuo es importante.

"Ambos sufrimos porque ambos estamos viejos, ambos trabajamos, el se enferma y yo le tengo que atender, a veces yo me enfermo y él me tiene que atender también. Así nos acompañamos, que pasará cuando él se muera o yo me muera".(mujer de Tarabuco.)


       e) Apoyo familiar y comunitario
La ayuda de los hijos es esencial, todos reconocieron como prioritaria la función que cumple la familia y la comunidad como redes sociales de apoyo a la subsistencia. Sin embargo, esta red de apoyo que resulta ser tan importante, está debilitándose debido a la pobreza crónica de las familias, pues aunque todavía se ocupen de alimentar a sus viejos, cada vez tienen más dificultades para hacerlo.

"No me voy a mentir, lo que es no mas voy a hablar, si no tuviéramos a nuestros hijos  que sería, siempre alguna vez no los traen algo. Si no me lo traerían ¿cómo me podría mantener?".(hombre de Tarabuco)

Los grupos que mantienen su cultura originaria reiteran la importancia del apoyo comunitario, sobre todo a mujeres viudas y enfermas en labores de cultivo y pastoreo.

"Así no más me hago el trabajo de la tierra, con ayuda porque ya no puedo. Si fuera joven podría  sola pero ahora ya no puedo. Los jóvenes trabajan bien pero nosotros ancianos ya no podemos. A veces cuando nos ayudan también algo les reconocemos (retribuimos)". (mujer de Chachapoya)

En el área urbana se refieren a la falta de apoyo comunal y a la indiferencia de los jóvenes para con ellos. De las instituciones de su entorno (iglesias, municipios, prefecturas, juntas vecinales, etc.) perciben un sentimiento de indiferencia y desconocimiento de su realidad.

"Ninguna ayuda recibimos ni de los vecinos, ni de la junta vecinal, nadie se echa de menos de nosotros" (mujer de El Alto)

En el área urbana ni las juntas vecinales ni otras organizaciones sociales llegan a cumplir el rol de una comunidad rural.


       f) Percepción de la oferta de servicios
Las personas mayores señalaron no recibir ningún beneficio del Estado. Al hablar del Bonosol y el Seguro de Vejez, todos hicieron una larga lista de dificultades que encuentran para el cobro del Bonosol, aún teniendo documentos.

"Me ha costado mucho para cobrar Bonosol, por varios asuntos, por varias etapas he pasado, -que le falta esto, que le falta eso otro-, infinidad de cosas me han dicho y he tenido que ir muchas veces a Sucre ida y vuelta, de todas maneras al final he podido cobrar, pero es muy difícil" (hombre Tarabuco)

Existe un gran porcentaje de personas mayores indocumentadas, la mayoría del área rural.

El Seguro de Vejez es inexistente en el área rural y en las ciudades, muchos dicen no usarlo pues no les sirve: no hay medicinas, reciben mal trato, no tienen confianza y esencialmente porque no tienen dinero para pagar el bus que los lleve al centro de salud.

Afirman que tratan sus enfermedades inicialmente con medicina natural y con el apoyo de la red social.

"No tenemos plata, pero doña Luisa nos ayuda para hacernos atender gratis con los doctores que ella conoce, también nos regalan medicina algunos doctores, doña Luisa nos ayuda, es mejor que el seguro" (mujer ayorea)


       g) Percepción del estado
Lo primero que se percibe cuando se escucha las voces de los adultos mayores en nuestro país, es la marginalidad permanente en que han vivido por su condición de indígenas, agravada ahora por su condición de viejos.
Indicando lo marginados que se sienten, han expresado reiteradamente que no son considerados bolivianos y exigen ser tratados como tales.

"Ahora ya no puedo trabajar la tierra me he envejecido sirviéndoles a ellos (a los patrones) Nosotros hemos construido las haciendas, hemos llevado con nuestro dinero sus cargas a las ciudades. De esa forma nosotros les hemos servido a ellos. Ahora sus hijos que son los que gobiernan, no consideran los esfuerzos que hemos hecho, más por el contrario dictan leyes que nos perjudican en lugar de ayudarnos" (hombre de Chachapoya)

Por su experiencia, los mayores consideran que el Estado nunca ha defendido a los indígenas, más bien ha estado siempre al servicio de empresas privadas.

"Por ejemplo los tatuces (especie de armadillo) se los pisan con sus máquinas, los matan, igual a las abejas las bajan las colmenas, todo lo deshace la empresa, no saben que de eso vivimos lo que ellos destrozan porque a ellos no les sirve, para nosotros sí nos sirve". (hombre ayoreo)

       h) Diferencias culturales
Diferentes culturas conciben la realidad de manera diferente; aquello que mejora la "calidad de vida" desde la visión occidental, puede no ser percibido así por las culturas nativas.

"Estamos comparando lo de antes con ahora, Antes no sufríamos nada porque parecía que no nos faltaba nada como a los antepasados, pero ahora cambia porque es la falta de plata que nos hace debilitar eso porque no son nuestras culturas la plata, en nuestra cultura no había economía (dinero) Ya totalmente ha cambiado porque ya estamos civilizados, antes era en el monte no más, era mejor ser salvaje, pero ahora ya se ha civilizado, ya no hay respeto". (hombre ayoreo)

La manera diferente de entender la naturaleza, el lugar del ser humano en ella y las relaciones sociales, determina que las culturas indoamericanas y la cultura occidental no expresan lo mismo cuando hablan de conceptos como desarrollo y pobreza. Los ancianos nativos  están seguros que si se pudieran mantener y difundir sus valores de colaboración y equidad social propios de sus culturas, sería más fácil lograr el desarrollo del país.

 "Ya no podemos usar la tierra, ni cazar, ni buscar miel porque si hacemos eso dice que entramos a la propiedad privada, sabemos que es propiedad privada, no entendemos cómo es eso, ¿por qué será eso de la propiedad privada? pero nuestros hijos entienden y ya no podemos entrar, nosotros los originarios, también somos bolivianos" (hombre ayoreo)

       i) Un día en la vida de las personas mayores
"Yo me levanto a las 4 a 5 comemos y después nos vamos a sembrar o desyerbar, regresamos y cocinamos comemos, guardamos los animales y nos dormimos, solamente cuando llegan mis hijos nos matamos una ovejita y con cocinamos todos juntos, ellos también nos ayudan a arreglar el techo o el corral, algo que está mal". (hombre, Tarabuco)

 "Yo me levanto a las 3 de la mañana, para rezar y pedir a Dios que ilumine a los gobernantes, para que mis hijos estén bien, que encuentren trabajo. A las 6 me levanto y barro el patio, tomo desayuno y limpio mi casa, después cocino para mí y para mi nieta cuando viene a visitarme, en la tarde voy a lavar ropa o si no,  me paso hilando y tejiendo para la gente, en la noche llega mi hija y me hace entrar a su cuarto para tomar té y mirar la tele, después me duermo". (mujer de El Alto)

"Nos levantamos y tomamos mate, después de comer un poco nos vamos a la plaza a vender nuestras artesanías, estamos sentados al sol y a veces nos dormimos, mi marido se duerme  yo pido comida, refresco y limosna, a veces nos compran algo y con esa platita ya compra pan, arroz, azúcar y algo llevamos a la casa y regresamos en la tarde, comemos algo, si no ganamos no comemos y nos dormimos" (mujer ayorea)

Conclusiones y recomendaciones.
La pobreza es un fenómeno multidimensional que abarca todos los aspectos de la vida de las personas pobres, siendo en Bolivia un problema estructural.
El análisis de los resultados nos permitió identificar nueve características de la pobreza específica de las personas adultas mayores en el país: 

1. Los adultos  mayores en Bolivia son pobres e indígenas, ellos sienten que por ambas razones, siempre han sido marginados por el Estado boliviano.
2. No existe seguridad alimentaria. Para la mayor parte de las personas adultas mayores la preocupación más seria es cómo alimentarse al día siguiente.
3. La población mayor pobre sobrevive gracias al apoyo familiar y comunitario. La red de apoyo familiar es la que los sostiene, pero ésta se debilita permanentemente debido a la pobreza crónica de las familias.
El apoyo comunitario resulta ser muy importante, pero solamente es efectivo donde existen comunidades indígenas, es decir, sobre todo en áreas rurales.
4. La viudez agudiza la pobreza. Tanto en hombres como en mujeres y es más dura cuando no se tiene hijos y se es mujer. 
5. El envejecimiento empobrece más a los pobres. A medida que envejecen, las personas pobres se empobrecen más, llegando a edades avanzadas en las peores condiciones de vida.
6. La pensión no contributiva denominada Bonosol es indispensable, pero es cada vez más difícil obtenerla. Se la percibe como un derecho irrenunciable y es para la mayoría su único ingreso seguro.
7. El Estado está al servicio de los ricos. Las personas adultas mayores consideran que desde que se fundó Bolivia, el Estado ha sido siempre manejado por los ricos para su beneficio, lo que ha producido la inequidad crónica, la corrupción y la ignorancia de los gobernantes sobre la situación de pobreza del pueblo, lo que les impide encontrar estrategias para combatirla.
8. Es imposible enfrentar la pobreza sin tomar en cuenta la realidad multicultural. Si comprendemos que cada cultura responde a una forma muy particular de entender el mundo, obviamente nos daremos cuenta que ante un panorama de diversidad cultural, no se puede enfrentar ningún problema estructural imponiendo una cultura sobre las otras.
9. No existe una estrategia estatal coherente para disminuir la pobreza del adulto mayor. Los avances en políticas de protección a las personas adultas mayores están solo en documentos; En la práctica, las prefecturas y municipios desconocen estos avances, además tienen una percepción muy limitada de las necesidades reales de esta población.  


Recomendaciones.
Las personas mayores pobres exigen asistencia directa, sin intermediarios, para satisfacer sus necesidades más urgentes, quieren que este apoyo llegue a sus comunidades de manera transparente y para programas que ellos consideran importantes. Quieren ser interlocutores directos con el gobierno, los municipios y los organismos de cooperación financiera.
Las ocho recomendaciones que presentamos a continuación tienen que ser entendidas dentro de ese marco general de protagonismo que esperan las personas de edad  

1. Las estrategias para reducir la pobreza del adulto mayor, tienen que elaborarse a partir de la realidad de los adultos mayores pobres. Generalmente los "expertos" en pobreza no la conocen en su vivencia directa, por ello es importante escuchar lo que plantean los pobres.
2. Siempre se debe tomar en cuenta la diversidad étnica. Se trata de cambiar la perspectiva de desarrollo y esto se traduce en nuevas metodologías de intervención. Tomar en cuenta a los indígenas, no significa simplemente "integrarlos" al estilo de vida de la civilización occidental, sino cambiar de una actitud arrogante de cultura dominadora a una actitud horizontal de cultura solidaria.
3. Se debe fortalecer las redes de apoyo familiar y comunal existentes. Debe elaborarse con urgencia programas para estimular la responsabilidad que tiene la comunidad rural y la familia  para con sus mayores, buscando que sigan apoyándolos y lo hagan de manera más eficiente. Los programas de apoyo familiar no deben limitarse a promover la responsabilidad social, sino que deben proveer a las familias de herramientas para mejorar sus condiciones económicas.
Los programas de apoyo alimentario o productivo no deberían ser individuales, sino para las familias, grupos organizados o comunidades  aprovechando estos espacios para fortalecer la ayuda mutua.
Del mismo modo, debería darse soporte a las comunidades rurales que se hacen cargo del cuidado de sus viejos, debería estudiarse los mecanismos de apoyo y conociéndolos mejorarlos y ampliarlos en vez de inventar nuevos mecanismos que impliquen gastos en infraestructura y personal.
4. Los programas deben estar adecuados a las reales necesidades y capacidades de las personas de edad.  Las personas adultas mayores con su experiencia y tomando en cuenta las limitaciones de sus capacidades exigen su participación en programas productivos.
5. Desarrollar mecanismos efectivos de control social para el seguimiento de los programas que  se desarrollen
6. Contemplar alianzas estratégicas con el sistema educativo y los medios de comunicación para construir una cultura positiva  de envejecimiento.
7. Garantizar el acceso universal a los beneficios a través de la documentación gratuita y sin burocracia de los mayores de 60 años.
8. Mecanismos de vinculación entre el gobierno central y las regiones. La elaboración de una estrategia coherente para afrontar los desafíos de la creciente población adulta mayor en el país, tiene que ser una tarea participativa que debe incluir mecanismos concretos de relación entre la DGTE con los gobiernos  regionales y locales.

Las diferencias de género advertidas en la investigación muestran que de manera general hombres y mujeres mayores sufren de igual manera la pobreza aunque priorizan de forma diferente causas y efectos de la misma.
La pobreza crónica que se advierte en los grupos focales muestra como primordial el carácter hereditario de la misma.
A través de la investigación se observó que el tipo de desarrollo al que aspiran las personas pobres de nuestro país, no es necesariamente aquel que la globalización moderna está tratando de imponer.
Los pobres son los mejores expertos en pobreza y desde hace siglos están combatiéndola, escuchándolos encontramos respuestas a interrogantes sobre métodos para reducirla que deberían ser mejor investigados, como la economía andina de reciprocidad, las relaciones sociales de apoyo mutuo, la relación cultural  entre orfandad y pobreza, el concepto andino de "suma qamaña" o bienestar general que implica no solamente elementos económicos, sino también sociales y culturales.
De esta manera, la investigación caracteriza la pobreza específica de las personas adultas mayores bolivianas, desde su propia perspectiva.

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Nota RLG: Este documento fue enviado a RLG en Diciembre 2005.