Estudio de la Universidad de Chile

Jóvenes chilenos tienden a estereotipar al adulto mayor

Jueves, 07 de Septiembre de 2006

Canal: Envejecimiento y vejez


Universitarios encuestados percibieron a la tercera edad frágil y enfermiza, lo que trae el reto de fomentar el contacto intergeneracional

El Mercurio-Chile
21.08.2006
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¿Se imagina qué piensan los jóvenes de la gente mayor?

De acuerdo con un estudio realizado este año por la Universidad de Chile, a través de su Observatorio Social de la Vejez y el Envejecimiento, en 520 universitarios de distintas carreras, se advirtió que la percepción es bastante negativa.

La metodología fue exponer a los jóvenes a ciertos pares de adjetivos, para que ellos dijeran a cuál se acercaba más la gente mayor. Estos atributos fueron: independiente/dependiente; saludable/enfermizo; resistente/frágil; sexualmente activo/no activo.

Se les pidió que respondieran tres veces la dinámica, pensando en tres denominaciones distintas: adulto mayor, anciana y anciano, para ver si había cambios en la imagen.

"Sin proponérselo, los jóvenes generalizan estereotipos que no se ajustan con las actuales posibilidades de los adultos mayores, y que estimulan la resignación y el fatalismo", afirma el antropólogo Marcelo Arnold, director del Observatorio y decano de la Facultad de Ciencias Sociales.

Es así como los jóvenes mayoritariamente ven a los adultos mayores como dependientes (47%), enfermizos (38%), frágiles (42%) y sexualmente no activos (50%). Y no da lo mismo el nombre que se le coloque a un grupo etario, pues las cifras aumentan al momento de pensar en la palabra "anciana"; no así con los "ancianos".

Se trata más bien de prejuicios que impone una sociedad que ensalza la belleza y juventud, pues la realidad es otra: en Chile, el 65% de la población adulta mayor es autovalente, el 31% tiene algún grado de dependencia y apenas el 4% es dependiente. En el plano sexual, se estima que el 60% de las mujeres y el 80% de los hombres sobre 70 años, mantienen algún tipo de actividad.

El riesgo con los estereotipos es que la gente actúa de la manera como se les percibe; los nombres crean realidades. "Así, una persona cuando envejezca tendrá incorporado estos prejuicios y considerará normal ser sexualmente inactivo o frágil, y no hará nada al respecto".

Es necesario resignificar lo que entendemos por envejecimiento, dice Arnold. "Comprender que el término de la vida no ocurre minutos después de cumplir 65, que puede suceder 20 años después". En esta tarea, agrega, importan los mensajes de los medios de comunicación, lo que se transmite en colegios y universidades, así como las políticas públicas que debieran incentivar más la participación ciudadana de los mayores.

También hay que fomentar las iniciativas que promuevan el contacto intergeneracional, pues se sabe que ese vínculo derriba mitos.

El estudio de la Universidad Chile, curiosamente, no arrojó mayores diferencias entre las respuestas de quienes han vivido con gente de la tercera edad y quienes no. Sin embargo, experiencias concretas en Chile y el mundo han evidenciado efectos.

En el Programa del Adulto Mayor de la Universidad de Valparaíso, hace dos años que hay voluntarios seniors, que asisten con las tareas a los hijos de las familias del Programa Puente (de Fosis), lo que ha permitido mejorar la visión que se tiene de la vejez. "Se debe a que la figura del abuelo no es sólo presencial, sino que éste ofrece sus conocimientos y hace un aporte a las nuevas generaciones", dice María Angélica Morales, coordinadora del programa universitario.

El caso de Japón

En Estados Unidos ha pasado algo similar. Las encuestas nacionales muestran que los niños perciben al mayor en declive y sin potencial de crecimiento; sus dibujos enfatizan la discapacidad y la soledad, por sobre las imágenes de bienestar e integración social. No obstante, los prejuicios empiezan a desaparecer en las escuelas que desarrollan programas de contacto intergeneracional.

En Japón, esas experiencias de reunir a mayores con niños son sistemáticas, lo que ha dado resultados: "Allá cada vez hay menos hogares con tres generaciones viviendo juntas, pero el respeto de los jóvenes es mayor que en otros países. Siempre se le da el asiento al abuelo o se le ayuda a cruzar la calle. Valoramos más su experiencia y energía de vivir que otras cosas de la vejez. Hasta hay libros con 'consejos de abuela' para las nuevas generaciones", comenta Masumi Harada, quien trabaja en Chile para la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), en proyectos de tercera edad.

Sólo así se explican los resultados del estudio de la Universidad de Tokyo, que le preguntó a mujeres jóvenes si preferirían cuidar a sus madres cuando éstas se debiliten o si optarían por institucionalizarlas. La mayoría dijo que se haría cargo, sin importar si mantienen una buena o mala relación con ella, pues se trata de "un deber filial".

Encuentro de generaciones

Aunque no abundan, ya surgen iniciativas intergeneracionales. Además del programa de Fosis y Senama, en que se fomenta que los mayores apoyen a niños de escasos recursos en sus tareas escolares, la Caja de Compensación Los Héroes hace lo suyo: la próxima semana realizará un seminario sobre microempresa integeneracional.

En la Universidad del Bío Bío a menudo realizan seminarios que reúnen la mirada de jóvenes y mayores sobre diversos temas, además de organizar en octubre un carnaval en Chillán. Adultos mayores y estudiantes trabajan juntos armando los carros alegóricos.

ENCUESTA

EL 58% ve a las ancianas como sexualmente inactivas; en ancianos la cifra cae a 49%.

EL 38% de las jóvenes le tienen mucho temor a la vejez; en ellos, la cifra baja a 31%.