Uruguay. Tercera edad con Instituto propio

Jueves, 05 de Julio de 2007

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Senado aprobó proyecto de ley para crear órgano que atienda a adultos mayores | Controlará las casas de salud | Promoverá mayor participación en actividades sociales y relación con jóvenes

El País 25.06.2007.

Controlar el funcionamiento de las casas de salud, garantizar el acceso a los ancianos a viviendas "dignas" y asegurarles la medicación a bajo costo, son algunas de las potestades del Instituto del Adulto Mayor, órgano que el Parlamento analiza crear.

La instauración del Instituto cuenta con media sanción del Senado, que lo aprobó el 5 de junio e ingresó la semana pasada a la Comisión de Población y Desarrollo de Diputados. El presidente de la Comisión, Horacio Yanes (Frente Amplio), dijo que la intención es tratarlo el 5 de julio en el plenario de la Cámara Baja.

El senador Julio Lara (Partido Nacional), que presentó el proyecto, dijo que es "obvio" que existe una discriminación a los adultos mayores. "Lamentablemente están desprotegidos. Luego de un par de meses de entrar en una casa de salud, la familia los abandona y esa falta de atención familiar conlleva a que el servicio que se ofrece también decaiga", dijo.

A través del Instituto se controlará cómo funcionan las casas de salud y los hogares de ancianos de Uruguay. "Hemos estado recorriendo el país y en algunas casas realmente no se sabe si el anciano está vivo o muerto", agregó el senador.

También se incluirán políticas habitacionales nacionales, que garanticen el acceso de personas mayores a una solución habitacional digna y decorosa, de costos accesibles y de ambientes seguros.

Entre sus funciones, el nuevo Instituto deberá elaborar un Plan Nacional de Promoción "que encare orgánicamente las necesidades del adulto mayor en todos los planos de la vida individual y colectiva para el cumplimiento de sus derechos como persona y sujeto social", dice el proyecto de ley.

Entre otras cosas deberá promover "el acceso a la atención integral de salud en la prevención, asistencia y eventuales procesos de rehabilitación" y asegurar "la medicación básica para uso gerontológico, al costo más bajo posible".

También están entre sus cometidos "coordinar las políti-cas sociales y los programas de asistencia en alimentación y vivienda", realizar los "programas de educación relativos a la adopción de estilos de vida apropiados encaminados a lograr una vejez saludable", la "capacitación en prevención de la violencia hacia el adulto mayor tanto en la comunidad como en el ámbito doméstico" y "reglamentar los procedimientos de retiro gradual y progresivo de la actividad laboral".

También hay algo que no es menor: "proporcionar al adulto mayor oportunidades de transmitir a los jóvenes la experiencia adquirida en el campo laboral durante su vida activa".

El 13% de la población de Uruguay tiene más de 65 años según cifras del Instituto Nacional de Estadística. Unos 200.000 mayores de 65 viven en Montevideo y 50.000 tienen más de 80. El 77% son mujeres. El 27% (54.000) viven solos, según la Intendencia de Montevideo.

"Uruguay es de los países más envejecidos del mundo y está por encima de la media mundial en expectativa de vida. Eso implica que haya que establecer políticas de apoyo al adulto mayor", dijo Lara.

El 15 de junio pasado hubo una concentración en la explanada de la Intendencia de Montevideo, donde se conmemoró el segundo año del "Día Internacional de la Toma de Conciencia sobre el Maltrato y Abuso de la Vejez", bajo la consigna "Mi mundo... Tu mundo... Nuestro mundo libre de violencia". La movilización no era sólo contra la violencia física (que también la hay) contra los ancianos. También era en rechazo al abandono en casas de salud y abusos de todo tipo por parte de allegados y hasta de sus propios familiares.

El Programa del Adulto Mayor del Ministerio del Interior, que atiende casos de violencia, recibe unas 200 denuncias por año. "La concepción del adulto mayor siempre ha sido de alguna forma subsidio de una visión dentro del ámbito de la salud y no de una visión integral, como debe tener el tratamiento del adulto mayor en un país con una pirámide demográfica muy aumentada en sus segmentos etarios mayores", opinó la senadora Mónica Xavier (Frente Amplio).

Según el proyecto, el Instituto dependerá del Ministerio de Desarrollo Social. Ana Olivera, subsecretaria de esa cartera, dijo que "aún no fue convocado nadie del ministerio para conversar sobre el tema".

Sí sabe que la discusión incluye la incorporación de este instituto a la órbita del ministerio. Allí ya funcionan otros institutos: el de la mujer y el de la juventud (Inju).

Según explicó Lara, el Instituto del Adulto Mayor se manejaría con funcionarios del Mides y sólo se crearía un cargo técnico.

Habría un Consejo Consultivo integrado por el Ministerio de Salud Pública, el Banco de Previsión Social, la Cátedra de Geriatría de Facultad de Medicina, el Congreso de Intendentes y hasta tres organizaciones de la sociedad civil.

La cifra

11% es el porcentaje de personas mayores que participan o están vinculadas con organizaciones sociales. El nivel es muy bajo.

Son el 13% de la población en Uruguay

El 13% de la población uruguaya tiene más de 65 años. En 2020, representará el 15% y en el año 2050 el 21,4%. La esperanza de vida actual es de 73 años para los hombres y de 80 para mujeres.

En el año 2020 será de 75 años y 82 respectivamente, dijo Mariana Paredes, investigadora del Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad, publicado en Economía & Mercado.

El 20% de los ancianos uruguayos vive solo; el 30% habita en una vivienda con su pareja y el 50% tiene arreglos familiares y reside en lo que se denominan "hogares extendidos". De ese porcentaje, un 3% vive en "casas de salud".

Casi el 60% de los adultos mayores está afiliado a las instituciones de asistencia médica colectiva, mientras que el resto está bajo el cuidado de Salud Pública.

Su participación en organizaciones sociales es limitada: sólo el 11% está integrado a una, y no necesariamente a una relacionada con la tercera edad.

"No se le da la importancia debida a los problemas de los ancianos en Uruguay. Las políticas sociales vinculadas a este grupo son escasas y sectoriales y no han logrado una coordinación general a nivel estatal", dijo Paredes.

por E. Delgado y H. Varoli