Comúnmente, se cree que a medida que envejecemos tendemos a pasar más tiempo mirando hacia atrás en lugar de hacia adelante. A diferencia de los jóvenes, con su nariz hacia la ventana del futuro, los ancianos están más propensos a rumiar sobre el pasado. Los investigadores de la Universidad George Mason trataron de descubrir si eso es tan cierto.
En este estudio, los investigadores hablaron con más de 100 adultos cada día, durante 19 días. Les preguntaron a los entrevistados en qué estaban pensando, y si era sobre el pasado o el futuro. Sorprendentemente, los resultados indicaron que los adultos mayores no se centran más en el pasado que los más jóvenes. De hecho, estaban más propensos a pensar en el futuro que los más jóvenes.
De: Older adults think more about the future than young adults do (Los adultos mayores piensan más en el futuro que los adultos jóvenes). Monitor on Psychology, septiembre de 2015. Pág. 18
Kenneth y Mary GERGEN
Boletín del Envejecimiento Positivo N° 86
octubre / noviembre / diciembre, 2016
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