Un grupo de geriatras británicos estudió el efecto de técnicas no farmacológicas en el control de dichos trastornos. La población evaluada pertenecía a diez residencias de ancianos, que fueron evaluadas externamente por especialistas. El dato más destacable se refiere a la importante reducción del porcentaje de ancianos con tratamiento farmacológico del 23% frente al 42% a igualdad de control sintomático.
Websalud
Jorge Manzarbeitia
17-04-2006
Un estudio ha constatado que los cuidados psicosociales pueden ser tan eficaces como los psicofármacos en el tratamiento de trastornos psicóticos en ancianos con demencia.
Una gran cantidad de los ancianos internados en una residencia lo son por su deterioro mental o franca demencia. Esta entidad es un cuadro clínico caracterizado por la pérdida de facultades superiores, es lenta y progresiva en general, pero acaba casi ineludiblemente con un estado de postración y desconocimiento del entorno tal que el paciente no conoce a sus propios seres queridos ni sabe quién es él mismo.
Los síntomas que más dificultan la convivencia son los Trastornos Psicológicos y Conductuales Asociados (conocidos técnicamente como SPCAD). Estos consisten en alucinaciones, agitación, ideación paranoide o de persecución, bagabundeo sin objeto por el domicilio y reacciones explosivas de agitación ante estímulos aparentemente nimios.
Hasta ahora la medicación antipsicótica en general ha sido la piedra angular del tratamiento, aunque siempre se le dio importancia a otros tipos de terapias como las conductuales y del entorno. Un trabajo desarrollado en el Reino Unido ha tenido por objeto demostrar la eficacia de medidas no farmacológicas llevadas a cabo en residencias. Para ello 12 residencias especializadas fueron vigiladas durante doce meses.
El diseño del estudio fue complicado pues consistía en la aplicación de cuidados no farmacológicos o farmacológicos, que eran evaluados de forma externa, es decir el Geriatra que evaluaba a los pacientes no había participado en el tratamiento. Esta evaluación se realizó a los 12 meses. Los resultados se comparaban con otras residencias en las que estas intervenciones conductuales no se llevaban a cabo.
Al final del estudio, se apreció que en los centros del primer grupo sólo el 23% de los pacientes tomaba sedantes, mientras que en los segundos la cifra era del 42%. Las puntuaciones en las escalas de actividad de los SPCAD, indicaban un grado de control parejo entre ambas.
Como conclusión podemos decir que las técnicas psicológicas centradas en el cuidado de la persona son una alternativa eficaz al tratamiento neuroléptico en pacientes con demencia y trastornos del comportamiento. Este tipo de medicación tiene un considerable número de efectos secundarios.