Estimados amigos:
Se ha cumplido el año fijado por Naciones Unidas como Año Internacional de los Adultos Mayores, entre el 1º de octubre de 1998 al 1º de octubre de 1999.
En todo el mundo se divulgó esta propuesta y en la gran mayoría de los países se realizaron actividades tendientes a cumplir con los objetivos: sensibilizar a la población toda sobre el fenómeno del envejecimiento demográfico a nivel planetario, a las instituciones privadas, con una larga trayectoria en materia de prestación de servicios y de Programas relativos al tema y, en particular, a las instituciones públicas, a los organismos estatales, quienes tienen el deber de generar medidas tendientes a considerar este suceso y sus impactos, tanto en el corto, como en el mediano y largo plazo.
Solamente el cambio que el aumento de la esperanza de vida y el número de personas mayores de 60 años, en números absolutos y relativos, provoca en la estructura de la población, va a exigir cambios en las Políticas Sociales acordes a esta nueva situación.
Múltiples han sido las noticias que hemos conocido y muchas más sin duda, las que no llegamos a abarcar, de las actividades desarrolladas en este año en su conmemoración
Hoy queremos especialmente, transcribir un mensaje que tiene un enorme significado, por la investidura de quien lo ha formulado así como por ser también, un adulto mayor, con la lucidez, la experiencia y un carisma muy particular, como para iluminar con su pensamiento y su propia experiencia, lo que significa vivir en esta nueva realidad.
Transcribimos la CARTA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A LOS ANCIANOS, fechada el 1º de octubre de 1999.
La carta la dirige «con afecto, a todos los ancianos de cualquier lengua y cultura» y, agrega: «siendo yo también anciano».
De este tenor es su pensamiento, llamando la atención de toda la sociedad sobre la situación de quien, por el peso de la edad, debe afrontar frecuentemente muchos y difíciles problemas.
Los invitamos a compartir este mensaje donde señala, «al recordar las etapas de mi existencia, se entremezclan con la historia de gran parte de este siglo».
Consideramos que es una especial ocasión para recibir comentarios sobre esta lectura, de la cual se desprenden innumerables y valiosísimas reflexiones.
Esperamos conocer vuestras impresiones
A/S Lila Brezukov de Villalba – Coordinadora de la RLG