Número 2 del 2010.
Cuando nos propusimos hace varios años, elaborar un Boletín Electrónico que reflejara las acciones del Programa de la Tercera Edad de Cáritas Cubana, éramos conscientes del trabajo que día a día realizan a favor de los adultos mayores numerosos laicos, religiosas y sacerdotes en todas las Diócesis del país y del esfuerzo para facilitar espacios de participación parroquiales a través del desarrollo de grupos de ancianos activos, servicios para la alimentación y apoyando a personas mayores en situaciones de dependencia en sus domicilios. Concebimos este instrumento para desarrollar una formación Gerontológica que enriqueciera las acciones de los agentes de pastoral en este campo, ya naturalmente comprometidos con el ser humano a través de la Fe y la fidelidad a nuestra Iglesia Católica, queríamos, además, de alguna forma visualizar las acciones que de una forma organizada y sistemática se realiza dentro del Programa y que tienen un amplio espectro de actividades tanto de índole formativa, promocional como asistencial.
Además de numerosas noticias que reflejan el hacer de nuestro Programa en varias Diócesis del país y de otros Programas de Cáritas incluimos en este número dos interesantes artículos relacionados con el tema de género y envejecimiento. El primer artículo, de tres sociólogas Uruguayas encabezadas por la Dra. Batthyani nos introduce en el tema de la carga y el reto que representa para las mujeres y la sociedad el progresivo aumento de ancianos con necesidades de cuidado en un área con alto índice de envejecimiento como es Montevideo, la capital de Uruguay. El Segundo, tomado de la Red Latinoamericana de Gerontología y publicado hace casi 9 años en ocasión de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, mantiene en la actualidad una vigencia extraordinaria reflejada en su encabezamiento por las palabras del entonces Secretario General de las Naciones Unidas el Sr. Kofi Anann.
La Acción Social que realiza la Iglesia Católica Cubana a través de Cáritas necesita de medios de comunicación que reflejen esta Buena Nueva y sirvan de vínculo a sus actores. Nuestro Boletín desea continuar siendo un fiel reflejo de este propósito.
Dr. Cormac Bustillo
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