29 Enero 2008.
La Paz, 29 ene (ABI).- El sociólogo, Antonio Miranda y el economista, Gonzalo Chávez, coincidieron por separado, en que el pago de la renta Dignidad, a los mayores de 60 años, tendrá un incidencia social positiva en la reducción de la pobreza en las personas de la tercera edad. Mientras que el ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, afirmó que impactará en la desigual distribución de los recursos.
El presidente Evo Morales promulgó el 28 de noviembre la Ley 3791 de la Renta Universal y Vitalicia de Vejez, Dignidad, que consiste en el pago de 2.400 bolivianos a personas mayores de 60 años, que no tengan renta mensual y 1.800 bolivianos a aquellos que sí la tengan.
La medida beneficiará a más de 676.000 personas mayores de 60 años, 187.000 más que la población que abarcaba el pago del Bono Solidario (Bonosol), destinado a los mayores de 65 años.
Miranda indicó que la política gubernamental de la renta Dignidad se va consolidar como un impacto positivo respecto a la pobreza en uno de los sectores más vulnerables de la sociedad boliviana.
Incluso, consideró que esta renta de 200 y 150 bolivianos mensuales para los ancianos mejorará la calidad de vida, permitiendo una buena alimentación, vestimenta y «también a una vivienda digna, por lo menos en alquiler».
«Obviamente que va a ser un impacto positivo, porque hay cualquier cantidad de personas que están en la indigencia y los 200 bolivianos es importante, porque hay muchas personas que están en un grado de pobreza extrema», precisó.
Entretanto Chávez indicó que la renta Dignidad encarará la pobreza extrema que muchos ancianos viven en la actualidad en Bolivia.
Sin embargo, considera que la renta debe ser sostenible no solamente con el financiamiento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), «sino también con otras fuentes de recursos, de tal manera que sea realmente sostenible en el tiempo».
JUBILEO
Mientras que miembros de la fundación Jubileo consideraron que sólo la renta Dignidad no podrá lograr el impacto pensado, pues precisará de medidas adicionales que acompañen el cumplimiento del objetivo.
Aunque plantean que una mejor redistribución de los recursos por el criterio población, tendría mejores resultados en la reducción de la pobreza.
Asimismo el ministro Arce indicó que para 2008 el 10 por ciento más rico de la población sólo recibirá 75 bolivianos a diferencia de los 95 bolivianos que recibe en la actualidad.
«Vamos a reducir más de 20 puntos la desigual distribución del ingreso entendida como ese indicador que mide la diferencia entre el 10 por ciento más pobre y más rico de la población», dijo.
A principios de 2006 esta relación era de 95 bolivianos por cada un boliviano que recibía un pobre, esto bajará a 65 en los siguientes 7 u 8 años, gracias a la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo (PND), la renta Dignidad y el Bono Juancito Pinto.