La Cáritas Cubana, consciente de la importancia de la buena relación intrared, amplió sus actividades con los coordinadores y formadores diocesanos del «Programa de la Tercera Edad» y realizó del 14 al 25 de mayo de 2007 por primera vez en tres diferentes localidades del país, «Talleres Zonales».
Los objetivos fueron:
– mejorar la comunicación y la cooperación entre los niveles nacionales y diocesanos y
– reforzar el enfoque promociónal de las actividades del Programa.
Estructura:
Cada Taller duró tres días: El primer día se realizó por separado encuentros para los coordinadores y formadores. El segundo día se promovió primeramente un intercambio sobre la experiencia del día anterior y luego se ofreció un espacio de capacitación (este año el tema fue: «Acercamiento a la calidad del programa y su impacto»). El tercer día fue reservado para conocer la realidad de las actividades del Programa en el sitio del Encuentro. Cada encuentro realizó una evaluación final.
Participantes:
Además de los coordinadores diocesanos y formadores de las 11 Díocesis participaron en el evento la coordinadora nacional del Programa «Tercera Edad», en cada encuentro un miembro del Equipo Nacional de Formación y una asesora externa.
Resultados:
Se cumplieron los objetivos anteriormente establecidos tanto desde el punto de vista de los participantes diocesanos como nacionales. Los coordinadores y formadores
– lograron una la buena comunicación entre ellos mismos y con participantes nacionales;
– identificaron temas de interés común que puede dar lugar para futuras mejoras del programa;
– aprovecharon el tiempo para, junto con la coordinadora nacional avanzar en las planificaciones para la segunda mitad del año:
– lograron en el espacio de capacitación un acercamiento a un tema de relevancia para ellos y
– se interiorizaron en las visitas de grupos y servicios de otra realidad y recibieron elementos para la comparación con el programa en la propia diócesis.
Para la coordinadora nacional y los miembros del Equipo Nacional de Formación los talleres fueron
– una oportunidad para consolidar los lazos entre las diócesis y el Programa Nacional
– una oportunidad de ofrecer capacitación para colaboradores del programa y
– un medio para buscar el intercambio sobre futuras actividades
En la evaluación final de cada encuentro se manifestó la expectativa de poder participar una vez al año en un taller zonal. En términos generales se puede considerar los talleres zonales como un complemento de otras actividades, especialmente de la reunion anual de los coordinadores que en general está reservada para la evaluación del Programa. Convendría discutir la posibilidad de ampliar la reunión anual para dar más oportunidad al intercambio.
Christel Wasiek
6 de julio de 2007
