La pensión universal para adultos mayores es un derecho fundamental
Las profundas desigualdades e iniquidades sociales existentes en la región continúan siendo el mayor obstáculo para transformar el envejecimiento poblacional en una contribución efectiva al desarrollo de nuestros países. Aquello es más preocupante si se considera que al empobrecimiento en que viven los adultos mayores de hoy, se sumarán mañana altos porcentajes de la población de mediana edad que hoy se haya sujeta a distintas formas precarias de trabajo que redundarán en una incapacidad para realizar aportes a algún sistema previsional que pueda cubrir siquiera una pensión mínima en la vejez con los consiguientes problemas sociales y políticos que aquello acarreará.
Diversos estudios dan cuenta de la baja cobertura y problemas que presentan los sistemas de pensiones contributivas para brindar una protección adecuada a las personas mayores. Asimismo son escasas las experiencias de países en la región en las que funcionan sistemas no contributivos y, aún cuando estas pensiones reportan beneficios, éstas son restringidas y no logran compensar de un modo satisfactorio el impacto global de la pobreza. Por otra parte, no obstante existen experiencias de políticas sociales que contribuyen a paliar el impacto de los bajos y la mayoría de las veces nulos ingresos percibidos por los adultos mayores -como la puesta en práctica de la Tarjeta Sí Vale en el DF de México que actúa como una forma de salario indirecto-, las políticas focalizadas en los más pobres entre los pobres se han mostrado insuficientes para revertir las tendencias de empobrecimiento de las personas adultas mayores. De ahí que la RLG en conjunto con organizaciones Caritas de la región, haya venido sosteniendo que garantizar una pensión básica para todos los adultos mayores -como un derecho-, constituye el único medio eficaz para la superación de la pobreza ya que reporta no sólo beneficios económicos concretos para una mejor calidad de vida, sino que también representa un salto en la dignificación de las personas mayores.
Con el propósito de poner a disposición mayores elementos de información y análisis, estamos publicando en la RLG los siguientes documentos: «La pensión universal para adultos mayores: un derecho fundamental» de Ernesto Padilla de México; «Las pensiones no contributivas en Chile: Pensiones Asistenciales (PASIS)» de Pamela Gana de Chile; «Hace 8 años de la Ley de las AFAPS» del ERT en el BPS de Uruguay. Asimismo, estamos publicando el artículo «Ancianos sin pensiones» realizado por Crista Kepfer de Guatemala. Queremos agradecer a todos sus autores por su gentileza y cooperación .
Como parte de los sectores más conscientes de la sociedad civil organizada, además de hacer exigible la meta planteada por la Estrategia intergubernamental sobre envejecimiento (noviembre 2003) en orden a crear condiciones de seguridad económica para las personas adultas mayores, deberemos también asumir nuestra responsabilidad en el desarrollo de una cultura previsional hoy debilitada, a la vez de impulsar nuevas formas de economía solidaria que potencien las capacidades y la integración de las personas mayores a la sociedad.
Este mes la Red Latinoamericana de Gerontología cumple 5 años de vida, ha sido un tiempo rico en experiencias y desafíos que hemos podido ir enfrentando gracias a la acogida encontrada en todos ustedes. Les agradecemos por el fuerte apoyo brindado y les reiteramos nuestra invitación a hacernos llegar información, documentos, experiencias que permitan amplificar cada vez más la RLG como un espacio de comunicación y nexo entre la teoría y la práctica gerontológica.
Ximena Romero – Coordinadora de la RLG
Christel Wasiek – Asesora de la RLG
1 de mayo de 2004.