17 de Setiembre del 2000
En nombre de la Caritas Uruguaya saludo a todos los/as Adultos/as Mayores en este Jubileo tan significativo. El mismo Papa Juan Pablo II, a quien debemos esta iniciativa, es un ejemplo viviente y evidente de lo necesario que es el aporte y la experiencia de la edad.
Nosotros hablamos en nuestro país cariñosamente de «gente grande» para indicar este crecimiento que les ha dado la vida. Así como sus etapas culminan en la adultez mayor, pero pasaron por la inicial de los niños, también les deseamos que no les falte la alegría de hijos y nietos físicos o espirituales, porque la vitalidad de los menores se complementa con la experiencia de los mayores.
Tengo presente en este momento el proyecto de una obra social en que un hogar de adultos mayores tendrá la vecindad de un club recreativo y educativo de niños; el merecido descanso de unos se completa con la vivacidad inquieta de los otros.
No quisiéramos que el recuerdo se agote en esta fecha, sino que el «júbilo» del evento persista todos los días, por el aprecio de los seres queridos, el recuerdo de las obras buenas realizadas en la vida y el tiempo de oración que transmite tanta paz a nuestro corazón. !Ustedes todos son un tesoro que guarda la memoria viva de lo sucedido en el siglo ya pasado y culminan este presente con actividades posibles de acuerdo a la salud y la edad!. Aunque no siempre la familia y la sociedad reconozcan lo que Ustedes han aportado a la humanidad, recuerden que Dios en su corazón de Padre tiene buena memoria y sobre todo mucho amor. ! el no se olvida de nadie y los espera, cuando sea el momento, para ser felices en plenitud para siempre!
!Mis felicitaciones y mi bendición de todo corazón!
+ Rodolfo Wirz. Obispo de Maldonado – Rocha. Responsable de Caritas Uruguaya