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Ensayo: Los desafíos de acción continental en los temas del envejecimiento y la vejez

Domingo, 21 de Marzo de 2004
Envejecimiento y vejez

Alberto Viveros Madariaga. Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas; Magíster en Sociología © Marzo 2004.

Introducción

La complejidad y envergadura de los desafíos que los Estados de América Latina y El Caribe - sus gobiernos y sociedades incluidos-  están enfrentando y deberán enfrentar en los próximos años a propósito del envejecimiento  que muestran las estructuras poblacionales en cada uno de los países del área, no se han mensurado objetivamente y menos aún parece haber una toma de conciencia real sobre lo que ello está  y estará significando para cada actor de desarrollo de nuestras sociedades, en el momento actual y en un futuro mediato e inmediato.

El presente documento es un esfuerzo por dar una somera cuenta de la evolución  del tratamiento del tema y las acciones más significativas que se instalaron durante una larga coyuntura que aproximadamente arranca los primeros años de la década de los 80 del pasado siglo hasta finales del 2003 y comienzos del 2004.   

En el marco de la evolución en el tratamiento del tema de Envejecimiento y Vejez, también, el presente escrito, de manera subjetiva, intenta presentar el actual  escenario continental y los diferentes actores de desarrollo que hoy están posicionados en él o en su entorno,  ya sea actuando o intentando actuar; para finalmente describir aquellos desafíos más urgentes que se presentan ante los actores principales descritos que se comienzan a posicionar en la nueva fase o coyuntura que se está abriendo.

Dado el carácter de "ensayo" que tiene el presente trabajo, incluye demasiados juicios subjetivos  y ello sólo lo convierte en una síntesis reflexiva que intenta abrir surcos para elaborar estudios más sistemáticos; posicionar temas a considerar para el diseño de planes, programas, proyectos y acciones; y finalmente urgir a quienes están jugando roles significativos en la toma de decisiones en elaborar nuevas estrategias de intervención y de alianzas para procurar avances desde una perspectiva de desarrollo sustentable en las tareas urgentes y pendientes que nos reclaman hoy las generaciones de personas  mayores de nuestro continente.

El documento se ordena rescatando el rol que los Organismos Internacionales y las Asambleas Mundiales han tenido en posicionar el tema del Envejecimiento y Vejez en la agenda social universal y continental.   

Luego, se identifican los que aparecen como grandes temas y desafíos actuales y emergentes.   Se trata de  relevar la magnitud de los problemas -reales e hipotéticos - y situaciones de conflictos que se avizoran en el horizonte continental si no se interviene decididamente para alterar situaciones.   

Mas adelante, se describe lo que en el marco del presente trabajo se denomina  "el escenario actual y sus actores", intentando mostrar cómo en el mismo proceso de ir posicionando el tema en las agendas públicas y privadas del continente,  un diverso mundo de actores de desarrollo comienzan a mostrarse en el escenario.

Finalmente se reflexiona sobre el momento en que sé está operando sobre la realidad, particularmente a partir de identificar y/o proponer los  desafíos aún pendientes de los Estados, la Cooperación Internacional y la Sociedad Civil.

 1.-   EL ENVEJECIMIENTO, LAS ASAMBLEAS MUNDIALES Y EL ROL DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES  

No cabe duda que observada a la distancia, la Primera Asamblea Mundial sobre Envejecimiento (Viena 1982)   fue el primer intento desde la comunidad internacional por poner en los centros de debates y discusiones mundiales, continentales y nacionales el tema de la Transición Demográfica y sus  consecuencias inequívocas como gatillador de situaciones complejas acerca del Envejecimiento y Vejez  en universos poblacionales específicos.

De igual manera, dicha Asamblea fue el primer intento por alertar a los Estados  -sobre todo a aquellos que ya mostraban claros efectos de esta realidad-   a tomar medidas frente a una situación que no sólo presentaba cifras o porcentajes que cambiaban la figura y los datos de sus pirámides poblacionales respecto de épocas anteriores (ensanchando sus cúspides), sino que además ya trastocaba realidades económicas, sociales, políticas y culturales en aquellos países. 

Existe un consenso generalizado entre profesionales y técnicos vinculados al tema que el entonces pionero "Plan Internacional de Acción sobre Envejecimiento"   que emanó de dicha Asamblea adoleció de algunas fallas que permitieron posteriormente lecturas críticas.  Una de ellas, muy significativa por lo demás, calificó al Plan de "eurocentrista" y de observar el tema y proponer soluciones universales a un problema tan complejo como heterogéneo,  sólo desde la realidad  del norte del planeta y particularmente proponer políticas públicas y sociales  y acciones a partir de las manifestaciones empíricas que entre las décadas de los 50 y hasta los 80 había tenido en los países  industrializados de Europa.

Todo ello, sin embargo, no alcanzó a restar mérito al Plan de Viena  y además de resaltar sus ambiciosos propósitos,  valga la pena destacar que 20 años después, en Madrid 2002, se intentó retomar algunos aspectos de la experiencia anterior para proponer así algunas correcciones a la forma y lógica de construcción de una nueva iniciativa que le diera continuidad.  

Entonces los Organismos Internacionales, los representantes de los Gobiernos y representantes de la Sociedad Civil, algunos más que otros, llegaron con actitudes diferentes y con la clara intención de  propiciar que en el marco de una nueva propuesta de Plan de Acción Mundial sobre el Envejecimiento  , se  acordara acotar dicho Plan a partir de la construcción de Estrategias de Intervención Regionales (o Continentales).  En resumen,  se rescataba la idea de un Plan Mundial pero que a partir de éste se estructuraran Planes operativamente más manejables y en teoría actuando sobre situaciones más homogéneas.

Aunque durante la Asamblea Mundial de Madrid la participación de la Sociedad Civil apareció como un suceso más formal  que real,   lo cierto es que  el clima de expectativas propicias para el trabajo con el tema post Asamblea Mundial a nivel público y privado fue la tónica que primó entre los participantes, al concluir dicho evento.

En el contexto antes mencionado, es un mérito rescatar y vale la pena destacar el rol que algunos organismos internacionales han venido cumpliendo en el desarrollo histórico del tratamiento y trabajo del tema en América Latina y El Caribe.  

En este sentido se destacan los esfuerzos realizados por la comunidad internacional al menos por:

 + Posicionar -a nivel público y privado- situaciones varias referidas al tema;   + Emitir resoluciones indicativas favorables al tratamiento de éste;

 + Llevar a cabo y promover pioneros estudios e investigaciones;

 + Convocar a reflexiones y reuniones internacionales de expertos;

 + Elaborar propuestas especificas a los Estados y Gobiernos referidas a la necesidad y diseño de políticas públicas y sociales;

Así, tanto las dos Asambleas Mundiales como la acción cada vez más dinámica y proactiva de algunos organismos internacionales de carácter regional que se vinculan al tema han jugado hasta hoy un rol clave para despertar una  real preocupación por percibir, entender y actuar sobre el proceso de envejecimiento y vejez en el continente.

 RECUADRO N º 1

 ALGUNAS RESOLUCIONES Y ACCIONES DESTACADAS DE ORGANISMOS INTERNACIONALES EN EL TEMA DEL ENVEJECIMIENTO Y LA VEJEZ.

 1977  ONU - Resolución 32/132 (invita a organizar Asamblea Mundial)
 1978  ONU - Resolución 32/52 (decide la Asamblea Mundial, Viena 1982)
 1979  OMS - Primera Resolución sobre el tema
 1980  OPS - Resolución  insta a gobiernos al estudio de la  vejez
 1982  ONU - Resolución 37/51 (Plan Internacional de Acción - Viena)
 1991  ONU - Principios: independencia, participación, atención, dignidad, autorrealización
 1992  ONU - Resolución 47/5 (Se establece 1999 como Año Internacional)
 1992  OPS-CELADE-CIE  (Políticas de atención a los Ancianos)
 1995  CEPAL-CELADE-FNUAP  (Políticas de Atención Integral a la Tercera Edad en América Latina).
 1996  ONU - Resolución 50/141 (Concepto "Personas Adultas Mayores")
 1997  OMS-OPS - Declaración "Políticas de Protección Integral al Envejecimiento y Vejez Saludable".
 1999  ONU-OPS-CEPAL-CELADE-FNUAP Encuentro L.A. y Caribeño sobre Personas de edad. Año Internacional
 2000  ONU -  Resolución 54/262 (Convoca Asamblea Mundial  en Madrid)
 2002  ONU -  Asamblea Mundial. Plan Mundial  (Madrid)
 2003  Grupo de Trabajo Inter Institucional  (*) Proceso Plan Regional

(*)  GRUPO DE TRABAJO sobre el tema que incluye a CEPAL/Celade, OPS, UNFPA, BID, BM, OIT y PNUD,

La lectura del recuadro anterior, no hace sino dimensionar en su justa medida los esfuerzos que han desplegado organismos de la Comunidad Internacional respecto del tema del Envejecimiento y la Vejez.  Para América Latina y El Caribe, este proceso se ha robustecido durante y post Madrid 2002  con la conformación de una "alianza"  que hemos conocido como "el Grupo de Trabajo InterAgencial", alianza que ha venido jugando roles significativos en el último tiempo para ver cristalizar los compromisos contraidos por los gobiernos en España.

Concluyamos entonces esta reflexión afirmando que hoy, al mirar hacia atrás en el tiempo e intentar dar lectura a una larga coyuntura donde se han escenificado las dos Asambleas Mundiales realizadas, parece evidente constatar que han sido dichos sucesos y el rol más que relevante de organismos internacionales -de diverso tipo- los que en verdad han sido claves  para avanzar en el tema del Envejecimiento y la Vejez en América Latina y El Caribe.  

2.-  LOS GRANDES TEMAS Y DESAFIOS DEL PROBLEMA DEL ENVEJECIMIENTO Y LA VEJEZ EN LA REGIÓN

Resulta relativamente perceptible que los Estados de la región y los respectivos gobiernos de turno, demuestran tener un compromiso más formal que real con las necesidades y urgencias de su población de personas adultas mayores.

A pesar de ello, parece ser que de manera creciente, una conjunción de factores (esfuerzos de profesionales y académicos que han avanzado estudios;  insistencia de demandas de líderes y organizaciones sociales; sistematización de información por parte de organismos especializados; etc.)   ha permitido  ir acotando el cuadro sobre la situación más o menos real por la que atraviesa la población adulta mayor de cada país.

Recuadro Nº 2

IDENTIFICACION DE PAÍSES SEGÚN ETAPA DE TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA 

INCIPIENTE: Haití, Bolivia

MODERADA: Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay

PLENA: Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Panamá, Perú, Rep. Dominicana, Surinam, Venezuela

AVANZADA: Antillas Holandesas, Argentina, Bahamas, Barbados, Chile, Cuba, Jamaica, Martinica, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Uruguay

La Segunda Asamblea Mundial obligó a muchos países de la región a elaborar diagnósticos nacionales o a sistematizar información y a ordenar situaciones que estaban dispersas.  Una primera claridad emerge de identificar que el continente en sí no expresa necesariamente una realidad tan homogénea como se podría suponer y más bien la  heterogeneidad  se hace perceptible a partir de diagnósticos nacionales donde  se comienzan a demostrar algunas marcadas diferencias. 

En este sentido,  el rol de algunos organismos y agencias internacionales nuevamente ha sido valioso para posibilitar avances al respecto en varios países de la región    y la necesidad de sistematizar diagnósticos y ordenar datos y situaciones que permitan el diseño de intervenciones.  Obviamente en parte, las heterogeneidades no son sino expresiones del proceso de Transición Demográfica que vive la Región  y que se sistematiza en el Recuadro Nº 2.

Ahora bien,  las síntesis elaboradas que permiten una lectura de conjunto sobre la situación de las personas mayores de la Región suelen destacar:

a) Como factores determinantes del envejecimiento en la Región se mencionan la disminución de la fecundidad y el incremento de las expectativas de vida de la población. Esto que se viene produciendo desde hace más de 4 ó 5 décadas se explica por varios factores que han operado muchas veces indistintamente unos respecto de otros:  

· incremento de índices educativos y culturales en la población,

· masivos programas de control de la natalidad o planificación familiar,

· acceso más universal de la población a servicios médicos y programas de salubridad,

· acceso a nuevas tecnologías y programas de salud preventiva,

· mayor cobertura pública de servicios y seguridad social

· crisis y situación económica,

· etc.

b) Con todo, se constata que el envejecimiento demográfico se manifiesta como un proceso generalizado en todos los países de la región.  Más allá de los desiguales ritmos y las heterogeneidades, la población de 60 y más años en todos los países muestra un incremento sustancial y en cifras porcentuales ello significará que en América Latina y El Caribe, en su total poblacional, pasaremos de incluir un promedio de 8 % de ciudadanos de 60 y más años para el año 2000, hasta alcanzar un promedio de 14.1 %  de personas mayores el año 2025 y a un 22.6 % el año 2050.  Es a esta realidad, a la que se le debe hacer frente desde hoy día.   En los próximos 50 años tendremos ¼ de la población continental sobre los 60 años.          

c) El envejecimiento en la región -definida como una región en vías de desarrollo-  se instala a un ritmo mucho más veloz de lo que fue históricamente en los países desarrollados del norte.  Según los expertos  nos está resultando entre 2 y 3 veces más rápido observar como la población de nuestros países envejecen.  Ello significa que la capacidad de adaptabilidad (sobre todo económica, pero también social y cultural), estará puesta en jaque, será un desafío muy complejo de alcanzar y tenderá a generarnos traumas más complejos y difíciles de asumir en nuestros países, que lo que significó este proceso en los países desarrollados.

d) Se reafirma la especificidad  de género de los universos de personas mayores.   En general, a medida que aumenta las edades de las pirámides poblacionales, se acrecienta las proporciones de mujeres y disminuye el índice de masculinidad.  En este sentido, resulta asertivo afirmar que la vejez, en nuestra región, tiene rostro de mujer y como se deduce de esta realidad, también se desprenden un sinnúmero de situaciones complejas y específicas que le atañen sobre todo a las mujeres mayores viudas en condición de pobreza.          

e) Otra característica notoria son las diferencias entre  las estructuras etárias de personas residentes en zonas urbanas y rurales.  En resumen, los mayores que viven en las ciudades son parte de una estructura etária diferente a la de los mayores que viven en zonas rurales.   Ello incide sin dudas en distintos perfiles de envejecimiento.  Se destaca que, a nivel rural, los estudios y la sistematización de experiencias que permitan constatar la realidad de los mayores que residen en dichas áreas son muy escasos y ello tiende a hacer más desconocida la realidad que viven las personas mayores que residen en zonas rurales. 

Concomitantemente esto se relaciona con el tema del envejecimiento de nuestras poblaciones indígenas.   La magnitud de ellos en la región reclama una urgente intervención para saber cómo están envejeciendo, qué necesidades urgentes padecen, qué políticas públicas y sociales reclaman.   Hoy por hoy, a ellos en general, solo se les asimila como pobres y no en su especificidad cultural y étnica. 

f) Los impactos más negativos del envejecimiento están relacionados con los escenarios económicos, sociales y culturales.  La vejez en la región esta cruzada por una alta incidencia de pobreza y/o extrema pobreza; aguda iniquidad social;  baja cobertura de seguridad social y a la persistencia de una visión cultural negativa y excluyente de la vejez en las sociedades de nuestros países.   

La realidad hasta hoy imperante  en lo que respecta a la utilización de métodos de medición de pobreza en los países, no necesariamente da cuenta fidedigna de la situación de pobreza que viven los mayores y ello reclama urgentes revisiones, y por qué no diseño de métodos ad-hoc.  Si bien el tema de la pobreza es más relativa para algunos investigadores e instituciones (se argumenta que existirían otros grupos sociales  aún más pobres), ella impacta de sobremanera a muchas realidades nacionales. Recordemos que en América Latina hay países donde se mensuran hasta en 70 % los universos de pobres.  

g) La carencia de estudios e investigaciones respecto de algunos temas y realidades específicas es notoria.  Siguen por ello vigentes  los desafíos de promover la sistematización de información en todos los campos.  Ello no se contradice con  la agenda internacional y el proceso post Madrid 2002, el mismo que para la región  ha logrado acotar los ejes centrales sobre los que se propone trabajar.  Las áreas prioritarias que reclaman intervención  son:  por una parte, el tema de Seguridad Económica; por otra, el tema de Salud; y finalmente, sobre entornos favorables. 

h) Promover una seria y definitiva acción pública y privada en cada país de la región; construir nuevos escenarios para promover la asociatividad  entre sociedad civil y Estado; y fortalecer las organizaciones y referentes sociales de los propios adultos mayores aparecen como necesidades urgentes y consensuadas desde la sociedad civil.

3.-  LOS ACTORES  NACIONALES Y  CONTINENTALES

Es  coincidente percibir en muchos de quienes vienen trabajando los temas sobre Envejecimiento y Vejez, que luego del año 1999, la visibilidad del tema fue adquiriendo una dimensión definitivamente mayor en las sociedades latinoamericanas.      Entonces, ubicar al año 99 como "hito regional" en el tema no aparece como una exageración.

Resulta relevante destacar que algunos grupos de académicos, profesionales, líderes y dirigentes sociales, políticos locales y burócratas de gobiernos se incorporaron al tratamiento del tema en el marco del movimiento que generó el año 1999.  Ello, porque de alguna manera el Año Internacional  permitió disminuir aquella retrograda imagen de que "el tema de la vejez incluía exclusivos problemas de salud" y de esta manera no sólo médicos y geriatras podían opinar al respecto.  Más bien el concepto de Gerontología se hace más amigable en centros universitarios, en seminarios, en las o­nGs y aterriza de buena manera en el mundo social. 

Digamos que a la saga de este proceso, debemos destacar la fuerza emergente de al menos algunos actores que paso a paso se muestran con creciente fuerza y capacidad de acción en los países de la región. Así el panorama de actores que de manera extendida aparecen operando a nivel de países en el continente mencionan a:

- Organismos de Gobiernos Nacionales

- Organismos y redes  institucionales de la sociedad civil

- Los actores internacionales

Los actores antes mencionados -su denominación-  dan a su vez cuenta de una maraña más o menos intrincada que comienza a armarse con lógicas más o menos concretas y que vale la pena reconocer .

3.1   A Nivel De Organismos De Gobiernos

Al menos tres tipos de lógicas y estructuras aparecen  habitualmente vinculadas al tema de los adultos mayores en los diferentes países de la región. 

En algunos países,  existen  Estructuras Centrales  (denominadas Servicios,  Direcciones,  Departamentos, etc.) las mismas generalmente aparejadas  a  Decretos  o Leyes que le han dado vida,  y que denotan  -allí donde están presentes-  una preocupación para que desde el aparato público se incentive una acción pública en el tema.  Suelen contar con relativa autonomía y  un limitado presupuesto.   Generalmente tienen una corta data y es muy posible afirmar que en el marco del actual modelo de desarrollo no sean sino espacios reducidos de recursos humanos y manejo de recursos, pero con capacidad de convocar y jugar roles significativos como articuladores de dinámicas o fomento del tratamiento del tema de manera transversal en un sinnúmero de dependencias públicas.  Allí donde no existe este tipo de estructura, el tema ha sido instalado directamente en Ministerios (de Salud, de la Familia, de Seguridad Social, etc. ) a través de Oficinas o Departamentos donde  aparentemente su capacidad operacional suele ser menos visible y más restringida.    

Por otra parte,  generalmente a nivel nacional, la histórica estructura que se relacionó con el sistema de seguridad social de cada país progresivamente ha ido actuando y asumiendo el tema de las personas mayores  en mayor o menor magnitud.  Son los históricos Bancos, Servicios, Institutos  o  dependencias de seguridad social que suelen relacionarse directamente con la masa de personas mayores (jubilados o pensionados)  a través de sus ventanillas de atención al público. 

Finalmente a nivel de  Provincias, Departamentos, Municipios y/o  Comunas -según la división política de cada Estado-     aparecen cada vez con mayor frecuencia oficinas descentralizadas  que a nivel territorial despliegan una labor más cercana a la de la realidad de las personas mayores, aunque generalmente con menos recursos y con menor capacidad de gestión.

Mostrar esta realidad desde los aparatos públicos tiene su sentido, dado que el quehacer de  ellos resulta clave  en el marco de la promoción del desarrollo de  las personas mayores de la región.

3.2      A Nivel De Redes De La Sociedad Civil

Cuatro componentes básicos ha tenido la maraña de actores que desde la sociedad civil vienen operando con las personas mayores.  Cada uno de los cuales se articula e incluye la diversidad de su propia realidad.  Ellas mencionan a:

- Organismos con vinculaciones eclesiásticas

- Asociaciones Civiles y sin fines de lucro

- Entidades Académicas y Estudios

- Organizaciones de Personas Mayores  

Si revisamos c/u de esas realidades,  a nivel continental, es posible afirmar que desde muy temprano en el tiempo - seguramente desde mucho antes que el tema sea visto con la envergadura, las aristas y facetas que hoy se nos muestra-  la Iglesia Católica, algunos de sus personeros y entidades vinculadas directa o indirectamente con ella, se relacionó y promovió incluso la organización de las personas mayores.    La crítica histórica a este quehacer ha sido que dicho trabajo se concibió principalmente bajo un  discurso y acción "asistencial" y "paternalista".

Sin embargo, el mérito que se destaca es que ellos -la Iglesia- empezaron con el tema y el trabajo directo con los viejos en general y los viejos pobres en particular,  antes que muchos otros. Y por ello siguen operando y  hay que considerar su envergadura como actor en cualquier circunstancia.   

Por otra parte  hoy en la región es cada vez más perceptible la emergencia de un contingente de Asociaciones Civiles, Organismos No Gubernamentales,  Fundaciones, Corporaciones, Voluntariado y/o entidades de otra denominación  que se han incorporado al tema ya sea por sus relaciones con organismos de la cooperación internacional, ya sea por sus vínculos o acceso a fondos públicos o simplemente por la capacidad de percibir un tema de relevancia social.   Ellas desde su irrupción están pujando - y sin dudas que lo seguirán haciendo-  por mayores espacios,  identificando nuevos temas y atreviéndose a incursionar allí donde los Estados aún no lo pueden hacer.

De igual manera,  en el continente, un aparente cada vez más amplio  universo de  Centros de Estudios,  Universidades, Centros Académicos y de Formación han engrosado el mapa de entidades que han identificado el tema del Envejecimiento y Vejez  como un tema de trabajo y acción.

Pocas de ellas  han incursionado con propuestas innovativas, pero lo relevante es que  todas ellas suponen la presencia de un actor que perceptivamente puede aportar de manera inconmensurable al tratamiento del tema y a la sistematización y estudio de la realidad de las personas mayores.  En ellas, el tema debe encontrar un aliado sin dudas, de largo plazo.

Finalmente,  y sin lugar a dudas el componente más relevante de la sociedad civil, están los mapas organizacionales de personas mayores, los mismos que expresando realidades de todo tipo, comienzan recién a tomar forma y camino de  organizaciones sociales.   A nivel regional y con claras expresiones en cada país,  en primer lugar se identifican las organizaciones "históricas"  de carácter fundamentalmente reivindicativo: sindicatos o asociaciones de jubilados, pensionados, etc.   Ellas,  en general han tenido serias dificultades para asumir temas del envejecimiento y vejez más allá de su habitual discurso reivindicativo por alzas en sus pensiones.  Sin embargo están y suponen un espacio de desafío para el trabajo de otros agentes vinculados al tema.

Junto a ellas, ha  emergido un creciente mapa de organizaciones locales, comunales, vecinales, municipales distritales, etc.  de alguna manera incentivadas por la urgente necesidad de participación  de las propias personas mayores.  En su mayoría ha sido difusa su denominación, dado que en algunos países se les ha denominado "clubes" denominación que además de tener raíz extranjera denota la negativa idea que las personas mayores solo se juntan y reúnen para el "divertimento". obviamente que ello deslegitima su sentido más estratégico de espacios de participación social.     Se identifica entre ellas una alta presencia femenina y a pesar de todo,  han empezado a transitar caminos de unidad y unificación a través de Redes, Uniones, Federaciones, etc.  Y aunque su camino por recorrer está recién empezando, no es menos cierto que  a diario se incrementa la importancia y expectativas que de ella se tienen.   

3.3   A Nivel De  Organismos Internacionales

A nivel regional,  como actores principales,  se debe destacar  la presencia de Organismos Internacionales de diverso tipo.  Ya hemos mencionado anteriormente la relevancia que hasta hoy le cupo a un sinnúmero de entidades vinculadas al sistema de la o­nU (además de otras que se le sumaron con capacidad de recursos e intención de incidir) en el posicionamiento del tema en la región:  Entre otras se han destacado la OMS-OPS; CEPAL - Celade; OIT;  UNFPA; PNUD; BID y BM.

También con fuerza, en el marco de lo que fue el proceso de Madrid aparece la RIICOTEC, que es un esfuerzo gubernamental hispano que logra trascender regionalmente. Seguramente aún falta que otros organismos con similares estatus aparezcan queriendo incidir de alguna manera.   El sello de estos organismos es que post Asamblea Mundial, la mayoría de ellas han sabido construir espacios de concertación y alianzas y en los hechos se han convertido en un esencial motor que ha permitido hasta hoy fortalecer el posicionamiento del tema del Envejecimiento y la Vejez en las agendas internacionales y nacionales.  

Un mapa más restringido y  también más sutil para sus intervenciones, es el que conforman  Agencias de Cooperación para el Desarrollo, "charities"  u organismos internacionales civiles sin fines de lucro, en algunos casos con estatus de consultores de la o­nU para el tema, en otros simplemente, porque tienen un backgraund suficientemente amplio que les permite actuar, opinar y trascender con su acción.    Entre ellas se destacan HelpAge International, que interviene en una docena de países de la región; CARITAS International,  también con presencia continental;   ArbeiterWholfart (AWO); CAFOD; DFID; Pan para El Mundo; Manos Unidas; MIMISA; etc.   En general todos ellos han sido capaces de construir sólidas alianzas con actores sociales locales y con o­nGs nacionales, lo que les agrega a este grupo un mérito adicional:  en general están trabajando con proyectos insertos en el mundo de base y ello se valora en su justa medida.  

Existe también un mapa de entidades internacionales que aparecen más como espacios de concertación de esfuerzos o redes que se aglutinan en la región mezclando el sentido de organismos internacionales con las relaciones que logran establecer a nivel nacional:  FIAPA, FIAPAM, IFA, etc. son algunas de las más  reconocidas.  

Finalmente, resulta clave constatar y afirmar que la enumeración de actores antes descrita -y que seguramente de manera involuntaria excluye a más de algunos-   dista mucho de ser el mapa de actores que, hace sólo un lustro atrás, operaba en la región con los problemas del Envejecimiento y la Vejez.   Así como veloz ha sido la irrupción del tema y sus problemas en la región, así mismo es obvio percibir que el actual mapa de actores  se ha incrementado de manera proporcional.  

El mapa se ha ensanchado  y aunque las razones para ello no pueden desde aquí tratar de explicarse,  nos parece relevante destacar que en parte ello también se  ha dado por la instalación de métodos de trabajo donde se ha privilegiado sumar voluntades.  En este sentido el concepto de "Trabajo en Red"  y la "construcción de redes"  como expresión de nuevas orgánicas aparece también como una realidad asociada a casi todos los actores que hemos descrito

Luego, si hace un par de años ellas eran una pequeña muestra de esta realidad, hoy es posible afirmar que las redes están constituyendo la estructura privilegiada de alianza social e institucional en el trabajo con adultos mayores en el continente.

4.-  EL ESCENARIO  Y LOS DESAFIOS AÚN PENDIENTES

Como resulta notorio, un amplio campo de trabajo demanda el tema del Envejecimiento y la Vejez en América Latina y El caribe,  a nivel regional y a nivel de cada uno de sus países.

Aunque definitivamente es posible afirmar que se cerró una amplia etapa de trabajo que comenzó por allá por primeros años de la década de los 80 y que se caracterizó por sembrar las bases para una inconmensurable tarea, resulta perceptible identificar y aceptar la apertura de una nueva fase o etapa, caracterizada por tener que asumir los desafíos y compromisos que demanda la envergadura adquirida por el tema a partir de datos y situaciones objetivas  y teniendo como telón de fondo los compromisos aceptados en Madrid 2002 -.

En efecto, el hito para comprender e iniciar esta nueva etapa en el Continente, sin dudas lo marca el reciente acuerdo de "Estrategia Regional de Intervención  - Plan Regional", aprobado en noviembre 2003 en Santiago de Chile.

De manera rotunda e inequívoca, es posible afirmar que la acción en cada país de la región tendrá como referente la Estrategia Regional  recientemente aprobada y ella misma será la vara con la que se medirá nacionalmente los avances, a los que año tras año se arribe.

La línea de base y de partida, si embargo, no es homogénea para todos los países y los vacíos en el quehacer nacional son definitivamente alarmantes.  Las heterogeneidades son reales y pueden observarse desde el  punto de vista legislativo - enunciado y promulgación de  políticas -  en el Recuadro Nº3. 

Como vemos, éste no hace sino develar la falta de cuadros legislativos y de marcos legales que posibiliten a los Estados a actuar.   Es por ello que seguramente a nivel de países, la primera gran tarea de cada uno de los diferentes actores, que hemos anteriormente reseñado, deberá ser abocarse a promover un mínimo cuadro legislativo y de situaciones favorables que les permita operar.

RECUADRO N º 3: CUADRO LEGISLATIVO Y ACCIÓN PÚBLICA SOBRE A. M. EN 12 PAÍSES DE LA REGION      

ARGENTINA: Sin Legislación marco. Existe Patronato y Consejo Nacional de Protección de Ancianos. Existe Defensoría de Tercera Edad y Consejo Geriátrico Nacional. No existe Plan Nacional  

BOLIVIA: No existe marco específico. Existe Plan nacional (2001) sin financiamiento. Decretos Supremos emiten disposiciones varias

CHILE: Existe Marco Legal (Ley del Servicio Nacional del A.M.). No existe Plan Nacional. Varias leyes con relación directa del tema

COLOMBIA: Sin Marco Legal específico. Ley de Protección (1975) nunca funcionó. Resolución Ministerial (1992) sobre Derechos del Anciano; No existe Plan Nacional

CUBA: Plan de recomendaciones sobre Ancianidad (1984). Programa Nacional de Atención Integral al Anciano (1992). Desde 1992 funciona Centro Iberoamericano de Tercera Edad

ECUADOR: Existe Legislación Marco no aplicada. Desde 1991 Ley Especial del Anciano. No existe Plan nacional

EL SALVADOR: Sin Marco Legal específico. Acciones se coordinan desde la Secretaría Nacional de la Familia. No existe Plan Nacional.

MÉXICO: No existe Legislación marco. Leyes dispersas. Instituto Nacional de Senectud (ISEN). Ley de Seguro de Pensiones. Sociedad Civil presentó anteproyecto que reforma a ISEN

PANAMA: Sin Legislación Marco. Disposiciones legales dispersas en varios cuerpos. Acciones se coordinan desde la Secretaria de la familia. Sin Plan Nacional

PERÚ: Legislación dispersa. No hay una legislación marco sobre el tema. El 2000 se promulga decreto sobre lineamientos de política. Existe un Plan que ha sido promovido por la Sociedad Civil.

R. DOMINICANA: Legislación Marco que no se aplica.  Varias leyes y decretos vinculantes.  Acciones dispersas. Sin Plan Nacional.

URUGUAY: Sin legislación Marco. Disposiciones dispersas. Amplio contexto institucional que gestiona acciones. Sin Pan Nacional.

Como todos sabemos, si bien en cada país existen Leyes, Decretos o cuerpos jurídicos que mencionan directamente beneficios (como los de seguridad social, por ejemplo),  o tangencialmente (como generalmente se hace respecto de salud u otros tópicos), lo real es que cuerpos legales centralizados -o marcos-  casi no existen.   En algunos casos,  allí donde ha existido un esfuerzo legislativo, no se han asignado los recursos y ello convierte a los marcos legales en letra muerta.  Es desde aquí entonces, donde se deduce un primer gran desafío para cada una de las sociedades de la región.

Una síntesis aproximada - obviamente elaborada a partir de información dispersa y con una alta cuota de subjetividad - nos indicaría que los desafíos para cada uno de los  actores de desarrollo que hemos identificado, debería incluir, al menos:

4.1.   Los desafíos de los Estados y Gobiernos

- Por lo que ello supone y significa,  cada Estado debe ser capaz realmente de Liderar el proceso de intervención a favor de las personas mayores de c/u de nuestros países.  Dicho liderazgo no puede quedarse en demagogia y solo acciones efectistas propias de los cálculos políticos, sino que debe traducirse en acciones perceptibles y siempre en consulta y con la incorporación real de las personas mayores y otros actores de desarrollo de cada sociedad.     

- Obviamente es tarea de los Estados la urgente necesidad de legislar y asignar los recursos pertinentes asociados a las leyes que den cuerpo a Politicas Públicas y Sociales necesarias. - Diseñar la Estrategia Nacional - diseño de Planes Nacionales de corto y mediano plazo - con la que cada nación enfrentará las acciones más urgentes y proyectará el proceso de promover un clima favorable para que la sociedad de cada país asuma la responsabilidad de sus generaciones de personas mayores.

- El diseño de una Estrategia Nacional impone la necesidad de construir mecanismos y adaptar métodos que permitan medir sus avances y logros o sus eventuales fracasos.  Son los Estados y sus respectivos gobiernos los llamados a establecer estos mecanismos, sin perjuicio que ello signifique incluir en los métodos de seguimiento a la sociedad civil y las organizaciones de personas mayores.      

- Diseñar (en algunos casos) y/o re-diseñar en otros la estructura orgánica y funcional que desde el aparato público deberá asumir la gestión de la Estrategia Nacional y las acciones indirectas o directas que ella identifique llevar a cabo. Hay que consignar que para ello resulta clave tener en cuenta la magnitud real que supone el proceso de trabajo con las personas mayores y ello reclama una estructura burocrática ad-hoc. - En el marco de la descentralización del aparato público, resulta clave que los gobiernos -en el contexto del diseño de  Planes Nacionales-  asignen los recursos necesarios a las "ventanillas" locales, comunales, provinciales, departamentales o distritales, en tanto éstas suelen ser los primeros espacios que recepcionan las demandas de las personas mayores en todos nuestros países.

- Es tarea de los Estados (incluyendo a cada una de sus estructuras) desplegar una consciente acción frente a temas poco conocidos o poco intervenidos entorno a la vejez en cada país:  temas tales como vejez rural e indígena; vejez y discapacidad; asilos, casas de reposo ó lugares de larga estadía; vejez y maltrato; etc.  reclaman  estudios previos y seria  intervención.

- Promover serios esfuerzos por fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil (léase organizaciones sociales de personas mayores, organismos no gubernamentales, universidades, etc.) y aprender a construir surcos que les permitan concertar esfuerzos y trabajos.  El trabajo conjunto sociedad civil - Estado sigue siendo un principal desafío del Estado y particularmente en torno al tema del envejecimiento.  

- Promover seriamente reflexiones de la sociedad nacional para avanzar o resolver situaciones acerca de los temas de seguridad de ingresos en los mayores. Particularmente en quienes reciben miserables pensiones o simplemente no la perciben.  El tema de pensiones no contributivas debe abrirse y discutirse de cara a la comunidad nacional.

4.2   Los desafíos de la Cooperación Internacional

- Los principales agentes de la Cooperación Internacional que operan frente al tema - o que lo hacen de manera tangencial -   deberían ser capaces de releer la situación continental, post Madrid, incluir en su lectura la realidad que supone implementar la Estrategia Regional  y  rediseñar su propia Planificación.

- La alarma que se ha dado respecto a lo que significará para países en desarrollo el proceso de envejecimiento, debería  permitirles priorizar temas, asignar recursos y en lo ideal diseñar una estrategia que sume nuevos aliados (nacionales e internacionales) en su trabajo.

- En el marco de temas específicos,  ellas están en un inmejorable  pie para jugar roles proactivos que incentiven la asociatividad Sociedad Civil - Estado  e idealmente  convertirse en el  "tercer" componente de una alianza necesaria.  

- Priorizar su acción continental y nacional desde el tema del crecimiento y fortalecimiento de los mapas organizacionales de cada país, y el empoderamiento y promoción de la autonomía de las organizaciones sociales de personas mayores.

- De igual manera fomentar de manera seria y sistemática los apoyos a iniciativas nacionales de la sociedad civil por recaudar fondos locales  y construir finanzas autónomas. 

- Identificar en el ancho mundo del empresariado privado que se acerca al tema, potenciales aliados para trabajar junto al mundo no gubernamental y social iniciativas sostenibles y sustentables.

- En el marco de la lectura de los compromisos que han asumido los Estados, es clave que la Cooperación Internacional diseñe su propia y autónoma estrategia de seguimiento del fiel cumplimiento de  los compromisos contraídos.  Movimiento Social de Personas Mayores, o­nGs y  Agencias de Cooperación deben ser capaces de diseñar una estrategia viable para el seguimiento y allí les compete un significativo rol  a las Agencias de Cooperación Internacional para hacer este proceso posible.

4.3  Los desafíos de la Sociedad Civil

- Tanto a nivel de las propias Organizaciones Sociales, como a nivel de Organismos no Gubernamentales,  se debe priorizar el trabajo por fortalecer y ensanchar del mapa organizacional existente en cada       país. Ensanchar e mapa local, provincial y nacional y con ello       también aportar a las estructuras continentales necesarias de      construir y fortalecer.    

- Ello en sí supone una tarea gigante y muchos desafíos conjuntos:  más organizaciones,  más capacitación, nuevos líderes,  más   unidad  en la base  y  más democracia en la realidad.

- Una organización sólida deberá ser capaz de interpelar al Estado - allí donde corresponda - por participación real en los debates sobre el tema;  participación real en el diseño de políticas; participación real en la asignación o distribución de los recursos.

- El concepto de que los adultos mayores se reúnen en "clubes" para ocupar un tiempo que les sobra y sólo para coordinar actividades recreativas y lúdicas debe empezar a ser de verdad interpelado por las organizaciones de la sociedad civil.  El mundo de los mayores es un mundo de muchas necesidades y pobreza y aún viejos los ciudadanos deben seguir siendo sujetos de desarrollo.

- Las organizaciones sociales de personas mayores deben ser capaces de demandar a los distintos actores de desarrollo involucrados en el tema por acotar y avanzar diagnósticos; por  investigar temas urgentes;  por diseñar leyes y políticas públicas y sociales atingentes;  por ser parte vital y activa de la Estrategia Regional Post Madrid diseñada.

- Por esto, ellas y sobre todo ellas,  deben ser capaces en forma autónoma y autosuficiente de vigilar por el fiel cumplimiento de los acuerdos de Santiago 2003.  Deben ser capaces de diseñar y construir sus propios indicadores de la realidad para evaluar de año en año los avances que se logran o los retrocesos que se instalan. 

- La sociedad civil en su conjunto debe ser capaz de construir nuevos surcos de acción.  Abrir su  acción a la innovación. Construir nuevos espacios de alianza e  incursionar con propuestas innovativas y osadas en el tema de la pobreza y la seguridad de ingresos. De igual manera atrevidamente demandar por los derechos de los mayores, por la necesidad de construir una nueva sociedad amigable con sus viejos y para todas las edades.  Interpelar a los medios periodísticos que segregan o distorsionan la imagen de la vejez.  interpelar a los Ministerios de Educación y Cultura para que se siembre respeto por los adultos mayores  en las generaciones más jóvenes. Demandar al Estado por pensiones no contributivas para quienes no reciben ningún  ingreso después de los 65 años.         

5. A MANERA DE COLOFÓN

Nos ha tocado escuchar e interpelar a muchas personas que han visto en el diseño de la Estrategia Regional recientemente aprobada, una especie de "guinda del pastel" del tema del Envejecimiento y Vejez en la región.

Nos ha tocado también  dialogar con líderes sociales adultos mayores con quienes venimos trabajando juntos y hemos debido reafirmar con ellos que a nuestro humilde entender, ¡esto recién comienza, amigos!!

En efecto,  si pudiéramos dialogar figurativamente, diríamos que Viena en 1982, Madrid el 2002, Santiago 2003 y pasando por muchos otros hitos que ya están grabados en nuestras conciencias,  todos ellos no han sido sino los preámbulos de una actuación que recién ahora está iniciando su camino.

Si bien -y resulta obvio percibirlo-  se han cerrado  fases o etapas que podríamos denominar necesarias, preliminares,  de apresto, etc.  los desafíos que tenemos por delante son demasiados. 

La convicción que queda al cierre de este escrito es que sin dudas la realidad y sus escenarios han cambiado. Hay nuevos y notorios  componentes:

a) a nivel de universos de personas mayores, su impresionante incremento en cada país.  Por ende sus demandas y necesidades. Por ello también aparecen como reales los riesgos que se asumen en cada país si esta realidad no se asume en su real dimensión.   

b) a nivel de Estados, y la necesidad de comprometerse con una realidad que le está superando y que le puede significar riesgos inconmensurables  si no se decide a intervenir realmente.  Y cuando decimos a nivel de Estado, estamos hablando del gobierno de turno, a nivel central, provincial y local; pero también de la sociedad en su conjunto.

c) a nivel de organismos internacionales, algunos de los cuales actuando respecto del tema ahora se nos aparecen tan cercanos cuando antes estaban tan lejanos para nosotros.

d) a nivel de Agencias de Cooperación,  que hoy parece mostrar sus filas engrosadas por nuevas entidades que se hacen sensibles al tema y deciden empezar a intervenir en la región.

e) Y obviamente a nivel social,  a nivel de la sociedad civil,  se multiplican las organizaciones sociales y las redes institucionales, y ellas como todos intentan jugar su rol.

Esta sola realidad debe permitirnos proyectar el quehacer en el marco de la Estrategia Regional -que deberá tener su correspondencia local en cada país-   confiando que los surcos solo están hoy dibujados. Es responsabilidad de todos profundizarlos y permitir que sean útiles para aspirar a iniciar la arquitectura de una sociedad para todas las edades en el continente.    

A. V.M.

Notas



(1) Aunque la comunidad internacional registra una temprana preocupación acerca del tema, es el año  1977 que la o­nU (resolución 30/132) invita a sus Estados miembros a organizar una Asamblea Mundial sobre Envejecimiento.   Hasta llegar a Viena donde se aprueba el "Plan Internacional de Acción sobre Envejecimiento",  la o­nU  emitió al menos tres resoluciones que sirven de marco general a la Asamblea Mundial.  

(2) Como es sabido,   en lo principal, el concepto de Transición Demográfica se aplica en universos demográficos que están sujetos a un proceso  de larga duración que parte de un bajo crecimiento demográfico, dado por altas tasas de mortalidad y fecundidad, hasta llegar a un crecimiento demográfico  similarmente bajo, pero dado por bajas tasas de mortalidad y fecundidad.

(3) El Plan de Viena fue aprobado con la asistencia de delegaciones de 128 países del orbe. De ellos sólo 18 eran de Latinoamérica y El Caribe.  

(4) El Plan de Acción Mundial (Madrid 2002) además de una Declaración Política, y un Capítulo sobre Aplicación y Seguimiento, ordena  prioridades y propone acciones en torno a tres (3) orientaciones o ejes temáticos: Las Personas de edad y el Desarrollo;  El Fomento de la Salud  y el Bienestar en la Vejez; y Creación de un Entorno Propicio y Favorable.   

(5) El Foro Mundial de la Sociedad Civil realizado en Madrid se inició tres días antes de la Asamblea Mundial. No incluyo ningún proceso universalmente participativo previo y finalizó después que la Asamblea   ya se había iniciado.  Así  apareció a ojos de participantes y observadores más como un escenario testimonial que como un escenario con capacidad de ordenar propuestas hacia  los Estados.

(6) Mención destacada y aparte merecen organismos de la Cooperación Internacional, tales como HelpAge International, Cáritas International, y otros que preferentemente se han relacionado con organismos de la sociedad civil latinoamericana. 

(7) Según tipología de CELADE - CEPAL.

(8) Se destacan los aportes de CEPAL / Celade;  las Encuestas SABE (OPS) y HelpAge International.  HAI ha promovido  en algunos países lo que se ha denominado Plan Consulta. En cada caso se ha acumulado valiosa información sobre el envejecimiento en varios países.   

(9) El Año Internacional de las Personas Mayores, decretado por la o­nU permitió  un sinnúmero de actividades en casi todos los países de la región. Pero sobre todo alertó a las comunidades nacionales  sobre la próxima Asamblea Mundial y ello supuso una toma de razón diferente a la que se venía  expresando hasta entonces.   

(10) Aunque solo se mencionan los principales tipos de dependencias públicas involucradas con el tema del Envejecimiento a nivel de países,  es obvio deducir que las aquí mencionadas no dan cuenta exhaustiva de la realidad existente,   

(11) Para muestra: HelpAge International  se define como "una red internacional" y en la región opera con un claro sentido de red continental;  CARITAS ha implementado la "Red Latinoamericana de Gerontología -RLG"; la OPS auspició el trabajo que desde Brasil ha desarrollado la "Red Virtual de Gerontología";  el trabajo de IMSERSO (España) se lleva a cabo a través de RIICOTEC "Red Iberoamericana Intergubernamental de Cooperación  Técnica", quien  a su vez ha promovido a la RIAAM, "Red Iberoamericana de Asociaciones de Adultos Mayores".  De igual manera se destaca a RED TIEMPOS, probablemente el esfuerzo más innovador que genuinamente ha emergido desde el mundo civil continental.      

(12) Según datos compilados en  "Envejecimiento y vejez en América Latina y El Caribe: Politicas Públicas y Acciones de la Sociedad Civil" LCL -1857 - P (CEPAL - Celade)