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OPS: América Latina y el Caribe por un envejecimiento saludable y activo

Jueves, 22 de Diciembre de 2005
Políticas y Derechos


Comunicado de Prensa OPS, 14 Diciembre 2005.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó esta semana en su sede de Washington, D.C. uno de los eventos de la Conferencia de la Casa Blanca sobre el Envejecimiento 2005, y aunque allí, oficiales de la entidad hemisférica y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declararon que la longevidad es un "éxito de la salud pública", subrayaron también la necesidad de atender a nuestros adultos mayores con una marcada determinación política y compromiso social para hacer de esta etapa de la vida, una época activa, saludable, participativa y segura para todos.

Washington, D.C., 14 de diciembre de 2005 (OPS)—La subdirectora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Dra. Carissa Etienne, definió el envejecimiento activo como el proceso para "la optimización de las oportunidades para la salud, la participación y la seguridad, e incrementar así la calidad de vida de las personas de edad".

Este fue uno de los mensajes centrales de Etienne, oradora principal del evento organizado por la OPS como parte de uno de los 400 actos destacados que esta semana han rodeado y hecho parte de la Conferencia de la Casa Blanca sobre el Envejecimiento 2005, celebrada en Washington, D.C. con el auspicio del Gobierno de Estados Unidos.

En su discurso y dirigiéndose a una diversa audiencia conformada por oficiales y técnicos de la salud pública de muchos países de todas las regiones del mundo, así como líderes de organizaciones privadas y de promoción del bienestar de los adultos mayores llegados a Washington para la conferencia, la subdirectora de la OPS declaró la participación, la salud y la seguridad como los tres pilares fundamentales de un envejecimiento activo y saludable por el que deben trabajar todos los países en continentes como las Américas. En esta Región, dijo, la población mayor de 60 años y de más edad está creciendo de forma extraordinariamente acelerada en comparación con otras regiones con un mayor nivel de desarrollo.

En similares términos a los expresados por Etienne se pronunciaba minutos antes el Dr. Alexandre Kalache, experto en envejecimiento poblacional y coordinador de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Los adultos mayores son un factor de población que está experimentando un crecimiento impresionantemente rápido en el mundo en desarrollo, y no estamos preparados para ello", dijo Kalache.

Kalache recordó a su audiencia que "todos somos miembros de la población que envejece y todos deseamos mantener nuestra membresía en este grupo por un largo, largo tiempo. Todos estamos en el mismo barco. Todos nos estamos haciendo mayores".

Kalache subrayó lo positivo de sumar años ya que, como dijo, ante ello "sólo hay una alternativa". "Seamos positivos. Envejecer es un logro de la salud pública".

Etienne y Kalache proyectaron un inequívoco y enérgico llamado de atención a la responsabilidad y la visión del liderazgo político y social para que gobiernos y entidades públicas y privadas renueven su determinación y compromiso en la implementación de políticas sólidas de salud pública que, a nivel inter-programático e interagencial, trabajen en la construcción de los pilares para un envejecimiento saludable.

Como recordó Etienne, "en las Américas se vive más, pero no necesariamente mejor, sino en pobreza y con enormes carencias" por las barreras y determinantes existentes en el hemisferio. Entre estas barreras, Etienne citó la falta de personal capacitado en las disciplinas médicas de la geriatría, falta de protocolos uniformes respecto a los problemas de salud más comunes entre los mayores (con enfermedades cardiovasculares y cáncer principalmente) y falta de las herramientas administrativas necesarias para ofrecer a la creciente población mayor de América Latina y el Caribe la atención que requiere para "no sólo sobrevivir, sino estar en la brecha" de la vida.

Etienne finalizó su intervención para dar paso a un breve debate entre todos los presentes pero no sin antes concluir defendiendo la promoción de los valores a los que envuelve la vejez en toda su dimensión. "Una cultura del envejecimiento es una cultura de solidaridad", dijo. "De solidaridad entre ricos y pobres, entre regiones del mundo. Y al final, de solidaridad entre los jóvenes y los viejos".

En la discusión, quien fue por muchos años asesora regional en Envejecimiento Saludable de la OPS, la Dra. Martha Peláez, reiteró la necesidad de que en las Américas se trabaje coordinadamente en la construcción de bases sólidas para garantizar equidad y prestación de servicios de salud de calidad para la población mayor.

En un editorial publicado este año en la Revista Panamericana de Salud Pública, Peláez indica que la meta de los servicios de atención primaria adaptados a las personas de edad avanzada consiste en prevenir o posponer la pérdida de desempeño funcional y la discapacidad. "La equidad en materia de salud tiene gran relieve en el marco de la misión de la OMS, y la equidad en la distribución de los recursos necesarios para conseguir la buena salud ha sido objeto de extensas discusiones en la OPS. Hasta el momento han faltado datos suficientes para examinar las inequidades en el acceso de las personas de edad avanzada a los servicios de salud".

También en el diálogo abierto, el Dr. Joxel García, director adjunto de la OPS, enfatizó que "el tema de salud de los adultos mayores es muy importante en los países de las Américas, dado el cambio demográfico previsto y la necesidad de proveer atención de salud a todas nuestras poblaciones".

La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

Algunos datos de interés:

A fines del 2000, en Argentina, Barbados, Cuba y Uruguay la proporción de población de 60 años y más se situaba entre 13% y 17%. En Estados Unidos y Canadá, del 16% al 17%. En la mayor parte de los demás países de América del Sur, Centroamérica y el Caribe, la cifra alcanzará o superará el 13% en los próximos 10 años.

Las proyecciones actuales de Naciones Unidas indican que para el 2025 América Latina y el Caribe habrán experimentado un envejecimiento sustancial de su estructura por edades.

Según una encuesta de la OPS (Salud Bienestar y Envejecimiento, SABE), la Región está envejeciendo con una rapidez sin paralelo en el mundo desarrollado.

El envejecimiento poblacional repercute en todos los aspectos de la vida: la familia, la economía, los servicios de salud y el tejido social en general. La longevidad les brinda a las familias el beneficio de un largo contacto entre miembros de tres o cuatro generaciones. También obliga a las sociedades a modificar el ciclo de trabajo y jubilación, y a las instituciones a invertir lo necesario para dotar a los proveedores de servicios sociales y de atención sanitaria.

La primera causa de muerte de las personas mayores en América Latina son en estos momentos las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Para el 2050 habrá más ancianos que niños en la región, según estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que estima que la cifra actual de 41 millones de personas mayores en la Región habrá triplicado para el 2050.